Este año pasará a la historia para los palmeros, que han convivido tres meses con los terremotos, la lava, los gases y las cenizas emitidas durante una erupción que, afortunadamente, ha terminado.
Científicos del IGME-CSIC en las inmediaciones del nuevo volcán de La Palma.
IGME-CSIC
Se cumple medio siglo de la hasta hace poco última erupción terrestre en España: la del volcán Teneguía, en La Palma. El experto en Mineralogía y Petrología Eumenio Ancochea nos cuenta cómo la vivió y las diferencias con la actual.
Rayos durante la erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull en 2010.
Flikr / rachelcifelli
Algunas de las imágenes más impresionantes llegadas estos días de La Palma muestran impresionantes descargas eléctricas en la nube de ceniza sobre el volcán. ¿Por qué se producen? ¿son peligrosas?
Para continuar con la actividad laboral tras la erupción es necesario considerar los aspectos atemporales de la prevención de riesgos laborales, así como los mayores riesgos teóricos.
Erupción del volcán Fukutoku-Oka-no-Ba en 1986.
Iwashita / Agencia Meteorológica de Japón
La forma en que un volcán expulsa lava, fragmentos de roca y gases no solo depende de las propiedades del magma, también de dónde se produzca su salida.
Vista del nuevo volcán de La Palma y la zona afectada por la lava, el 4 de octubre de 2021.
Shutterstock / Alexandros Michailidis
Lo más probable es que la superficie cubierta por la lava sea declaradas zona protegida al convertirse en patrimonio geológico, de forma que sus antiguos habitantes deberán ser reubicados.
Científicos del IGME-CSIC con equipos de protección integral en la cercanía del cráter del nuevo volcán de La Palma.
IGME-CSIC
Las erupciones del nuevo volcán de La Palma no dejan indiferente a la salud ocular. Tanto los gases como las cenizas pueden producir irritación, conjuntivitis e incluso úlceras en los ojos.
Campos arrasados por la lava en el municipio de El Paso el 20 de septiembre de 2021.
Wikimedia Commons / Eduardo Robaina
Raquel Esteban, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea and María Teresa Gómez Sagasti, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
La recuperación de la vegetación y de la agricultura en los suelos volcánicos de nueva formación llevará tiempo, pero llegará.
Miembros de la UME e investigadores analizando las cenizas del nuevo volcán de La Palma.
IGME-CSIC
La lava del volcán ya ha llegado al mar. Y ahora, ¿qué? No se puede prever cuánto durará la erupción o cómo se comportará. Sin embargo, los eventos históricos pueden darnos algunas pistas.
Tras una semana de actividad, la erupción del nuevo volcán de La Palma ha atravesado un periodo de baja intensidad.
RTVC
Las investigaciones aportan ya mucha información sobre vulcanismo, pero aún existen cuestiones por resolver que ayudarían a predecir mejor el comienzo y final de estos fenómenos geológicos.
Erupción volcánica de La Palma.
Wikimedia Commons / Eduardo Robaina
Joan Martí Molist, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
Cuando la erupción de La Palma acabe, la reconstrucción de las infraestructuras viarias y las líneas de luz y agua serán las primeras tareas. Sin embargo, los cultivos tendrá que esperar.
En La Palma, el agua circula a través de los materiales volcánicos.
Francisco Javier Toledo Ravelo
La actividad volcánica puede resultar una importante fuente de contaminación del agua. Esto limita el abastecimiento de agua potable para seres humanos y animales.
Aspecto actual del cono volcánico formado en la isla de La Palma durante la erupción volcánica de Teneguía en 1971.
Shutterstock / JJFarq
La monitorización de parámetros geofísicos, geodésicos y geoquímicos hace posible alertar de la inminencia de una posible erupción y estimar en qué zona podría llegar a producirse.
Ante una catástrofe como la de La Palma, las reacciones de las personas afectadas pueden ser muy diversas, pero todas normales. En estos eventos, la psicología de emergencia es fundamental.
Imagen tomada por Copernicus Sentinel-2 el 20 de septiembre de 2021 que muestra el flujo de lava generado por la erupción en la isla de La Palma (Canarias, España).
Copernicus Sentinel-2 satellites
Además de lava, la erupción emite gases como dióxido de azufre y sulfuro de hidrógeno y partículas que pueden provocar problemas respiratorios y afectar a la calidad del aire y las aguas.
Viviendas en una ladera del municipio de Fuencaliente, al pie del Parque Natural de Cumbrevieja, en la isla canaria de La Palma.
Shutterstock / JJFarq
En el caso de zonas con actividad volcánica infrecuente, como ocurre en Canarias, la clave está en el seguimiento y la prevención para evitar daños y la pérdida de vidas humanas.
Investigadora del proyecto "Comunicación Científica y Divulgación en la Transferencia del Conocimiento en la Universidad", Universidad Complutense de Madrid
Profesor Titular de Psicología Social CES Cardenal Cisneros y Profesor Asociado del Departamento de Psicología Social de la Facultad de Psicología de UCM, Universidad Complutense de Madrid