Existe amplia evidencia sobre el daño que Instagram causa para los adolescentes, especialmente sobre su imagen corporativa. La propia investigación de Facebook confirma esto.
Las redes sociales penalizan la exposición de las dificultades durante la adolescencia. Actualmente desempeñan un importante papel en las relaciones familiares, amorosas y de amistad durante esta etapa, dificultándolas.
En la mayoría de los casos, los problemas de consumo de alcohol y cannabis en jóvenes se presentan junto con otros problemas de salud mental. Por eso, el tratamiento debe atender a estas dos áreas.
El comportamiento de los más jóvenes está en entredicho por culpa de los últimos brotes. Sin embargo, son muy capaces de aprender la importancia de seguir las medidas contra el coronavirus.
Un estudio de la Comisión Europea revela que el consumo de internet ascendió a una media de entre seis y siete horas y media diarias durante el confinamiento, lo que abrió la puerta a riesgos bien conocidos para millones de menores: ciberacoso, pornografía y desinformación, entre otros.
La Ley Orgánica de Protección a la Infancia y a la Adolescencia frente a la violencia establece la necesidad de que los clubes deportivos tengan un delegado/a de protección a la infancia y lleven a cabo una política de protección.
El miedo a probar un alimento nuevo es común entre niños pero menos frecuente entre adultos. Las preferencias alimentarias también cambian significativamente con los años. ¿Qué influye en estas decisiones?
La prevención de la violencia sobre los niños y adolescentes no se consigue solo a través de leyes, que suelen actuar a posteriori. Hay otras medidas, como las de conciliación de la vida familiar y laboral, que deberían coordinarse en favor de una mejor protección de la infancia.
Determinados comportamientos en la adolescencia pueden hacer que los jóvenes sean más propensos a padecer alcoholismo. Hay factores psicológicos y genéticos que perpetúan este riesgo.
La economía, la salud, el empleo o el turismo son algunos de los asuntos que más nos han preocupado durante la pandemia pero, ¿hemos puesto nuestra mirada en la infancia? ¿cómo podemos ayudarles?
El proyecto busca facilitar la investigación y mostrar brechas que deben ser abordadas para promocionar un estilo de vida activo y saludable en niños y jóvenes a nivel global.
Los estudiantes adolescentes empiezan ya a sufrir las consecuencias de las medidas tomadas en los centros educativos por la pandemia: crisis de ansiedad ante el estudio o sentimientos de incapacidad para superar el curso. ¿Es el momento de pensar en recuperar la normalidad académica progresivamente?
Ramon Grimalt, Universitat Internacional de Catalunya
Diferentes estudios han buscado la relación entre la ansiedad y la aparición de granos en la piel. Sin embargo, por ahora no podemos afirmar que esta sea la causa, aunque sí ayuda a su erupción.
Desde el inicio de la pandemia de la COVID-19 se ha puesto el foco sobre la población más joven como posible agente de mayor transmisión del virus. Pero no parece justo culpar a toda una generación por el avance de la pandemia.
El consumo de pornografía entre adolescentes puede fomentar conductas sexuales de riesgo. Afecta a su percepción sobre el sexo y los roles de género y puede estar asociado con aspectos como permisividad sexual, agresividad, violencia, coerción sexual y victimización.
Los jóvenes se han visto muy afectados por la covid-19 en materia de salud mental. Es un problema en crecimiento exponencial que debe ser atajado desde diferentes frentes.
Seducir nunca es tarea fácil. Pero en los adolescentes, el reto es aún mayor debido a su inexperiencia. Formarles en este ámbito puede ayudarles a gestionar la intimidad y evitar dinámicas violentas.
Profesor adjunto del departamento de Psicología Clínica y de la Salud y Metodología de Investigación, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación, Facultad de Educación de Bilbao, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Profesora en el Departamento de Ciencias de la Educación en el área de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Profesora Titular de Psicología Evolutiva y de la Educación. Investigadora del Laboratorio de Estudios sobre Convivencia y Prevención de la Violencia (LAECOVI), Universidad de Córdoba