Aunque las mujeres han ido ganando terreno en el espacio laboral español, sigue habiendo ocupaciones con una marcada presencia masculina en las que priman los estereotipos de género. Queda trabajo por hacer.
Aunque cada vez más mujeres eligen carreras de ingenierías, su índice de abandono es muy superior al de los hombres. Varios factores están tras esta diferencia, pero se pueden contrarrestar.
En Youtube abundan los ‘edutubers’: expertos que aprovechan la herramienta audiovisual para ofrecer contenido educativo gratis. Sin embargo, apenas hay mujeres.
La pandemia impactó en el bienestar emocional del profesorado, sobre todo de las mujeres, especialmente las que tenían más alumnos con situación económica precaria y en educación primaria.
La representación femenina entre los matemáticos está mejorando. Pero los premios más prestigiosos del sector siguen siendo casi exclusivamente para hombres. ¿Se puede solucionar la crisis de género?
Para un formación docente en tecnologías digitales que evite futuras desigualdades de género es necesario investigar la autopercepción de los futuros docentes y detectar barreras.
Cuesta encontrar estudiantes de informática que sean mujeres. En la Universidad de Barcelona, apenas son un 15 %. En el Día Internacional de las Niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación, las autoras les han preguntado las razones de su elección.
A estas alturas hay pruebas irrefutables de que no se hace el mismo esfuerzo diagnóstico ni terapéutico en mujeres que en hombres. Entre otras cosas, las mujeres son infratratadas de enfermedades cardiológicas y coronarias.
¿De verdad aún es necesario dedicar un día a la mujer y la niña en la ciencia? ¿Acaso las jóvenes no tienen la oportunidad de escoger la opción profesional que prefieran? Sí, pero las expectativas de la sociedad respecto a los hombres y las mujeres aún son distintas. Y las interiorizamos sin darnos cuenta.
Lejos de paralizar la investigación en enfermedades raras, la pandemia ha servido para desarrollar nuevas estrategias de investigación social en salud con metodologia flexible
Andrea Cabezas, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
La salud mental de las mujeres está sobremedicalizada. Además, este proceso no les afecta de manera homogénea, sino que aquellas socialmente más vulnerables sufren con mayor intensidad la medicalización de su salud mental.
Es urgente establecer unos criterios mínimos de calidad en el empleo juvenil, que rompan con la temporalidad, la parcialidad y los bajos salarios. El reto es que los jóvenes alcancen una carrera sostenible y un proyecto de vida digno.
A nivel mundial, un 31% de los directivos son mujeres. Y hay más mujeres directoras y consejeras delegadas que nunca (26%). Quizás estas cifras todavía sean escasas pero dan esperanza a las nuevas generaciones.
La investigación médica ha mirado a las mujeres “como si fueran hombres” ignorando sus problemas y enfermedades específicas, para centrar casi exclusivamente el estudio en la salud reproductiva.
Las nuevas políticas sociales sobre conciliación y corresponsabilidad anunciadas por el Gobierno de España no se limitan a reformar las relaciones laborales, sino que incorporan la economía del cuidado.
Los negocios consolidados por hombres superan en un 9 % a los levantados por mujeres, una brecha en cuya eliminación ha tener un papel fundamental la educación universitaria.
profesor en el departamento de Didáctica y Organización Escolar en la Facultad de Educación, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Profesora del Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Facultad de Educación de Bilbao, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea