La relación entre las enfermedades infecciosas más mortales del mundo despierta muchos interrogantes. ¿Qué sabemos de la coinfección entre ambas? ¿Cómo ha influido la pandemia de covid-19 en el control de la tuberculosis?
Para el abordaje multidisciplinar de futuras pandemias como la actual del SARS-CoV-2, es necesario contar con profesionales formados específicamente y es imprescindible tener un cuerpo de reflexión e investigación capaz de prever problemas y de plantear soluciones.
Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
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Espacios anticuados y accesos donde se han mezclado pacientes contagiosos con personas sanas. La pandemia ha puesto en evidencia el delicado equilibrio en que se mantenían muchos hospitales.
Vacunación contra la covid-19 en el recinto ferial de Plasencia (Cáceres).
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Una persona vacunada está protegida frente a la enfermedad pero no frente al virus. Por eso puede transmitir el virus a otras personas que, a su vez, podrán ser portadoras o enfermar.
Las propiedades biológicas que ha desarrollado el VIH hacen que el desarrollo de una vacuna exitosa sea muy difícil.
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Que las vacunas eviten la muerte de unos 2.5 millones de niños cada año ha hecho que las personas más jóvenes se olviden de estas enfermedades aparentemente erradicadas. No tienen en cuenta que las enfermedades nunca se olvidan de nosotros y reemergen a la mínima oportunidad.
Rhizopus arrhizus, causante del 70% de las infecciones de mucormicosis.
CDC / Dr. Hardin
En medio de la pandemia, la India ha informado que sufre un número inusualmente alto de casos de mucormicosis, una infección micótica oportunista que requiere de un sistema inmunológico deprimido.
Las medidas destinadas a frenar la expansión de la covid-19 redujeron el contagio de enfermedades infecciosas que suelen afectar a los niños, como la bronquiolitis. Pero también han tenido un impacto negativo sobre el bienestar de los más pequeños.
Cuando los antibióticos irrumpieron en escena muchos pensaron que era el fin de las infeciones bacterianas. Pero el uso despreocupado de estos medicamentos ha dado lugar a bacterias resistentes que podrían matar a 10 millones de personas en 2050.
Paseantes con mascarillas protectoras caminan por las orillas del Sena el 10 de enero de 2021 (París).
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Desconocido hasta hace poco más de un año, el coronavirus SARS-CoV-2 ha cambiado profundamente nuestras sociedades. ¿Qué sabemos de él y qué nos queda por conocer?
Los virus de la familia Orthomyxoviridae son los causantes de la gripe en los vertebrados, humanos incluidos. En esta microfotografía se muestra el virus H5N1 de gripe aviar (en amarillo) atacando células.
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¿Cómo es posible que casi no haya casos de gripe pero el coronavirus siga en aumento si las mascarillas y las medidas de protección deberían servir para los dos virus?
Otra enfermedad infecciosa amenaza a la humanidad desde hace siglos. Los esfuerzos por acabar con la propagación de esta bacteria pueden verse perjudicados por culpa del coronavirus.
Se diagnostican más de 200 millones de nuevos casos de esta enfermedad cada año, que de momento no ha podido ser erradicada. La pandemia de covid-19 amenaza los esfuerzos de las últimas décadas.
Ilustración de A Christmas Carol de Dickens firmada por Arthur Rackam en 1915.
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En la novela ‘Cuento de Navidad’, Dickens describe los efectos en la salud de los niños de las terribles condiciones de vida en las ciudades industrializadas. La tuberculosis era cruel y devastadora.
Una historiadora de las enfermedades explica que una vez que un patógeno aparece, por lo general lo hace para quedarse.
Un laboratorio de ingeniería biomédica en Estados Unidos ha desarrollado una forma de neutralizar potencialmente los virus que permanecen en el aire utilizando aerosoles de colorantes alimentarios.
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Este aditamento ha sido empleado para hacer diversos estudios sobre las partículas que trasladan el COVID-19 a través del aire, o aerosoles.
Mantener las ventanas abiertas es la forma más sencilla de aumentar la ventilación en espacios interiores.
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Ahora ha sido la polio en África. Antes fue la viruela. A finales del siglo XIX empezó a fraguarse la idea de que podíamos exterminar a ciertos patógenos. El tiempo nos ha obligado a cambiar esta visión.
Cuando alguien tose, habla o incluso respira, lanza pequeñas gotas respiratorias al aire circundante.
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Científicos están investigando un posible vínculo entre el síndrome de Guillain-Barré y COVID-19 ya que este ha aparecido en pandemias anteriores con otros coronavirus como el SARS y el MERS.
Catedrático de Microbiología, Departamento de Ciencias de la Salud, Instituto de Investigación Multidisciplinar en Biología Aplicada, Universidad Pública de Navarra