Un cambio hacia una alimentación con mayor consumo de vegetales y proteína animal de producción ecológicamente eficiente mejoraría tanto el bienestar humano como la salud del planeta.
La emergencia climática ha saltado a los primeros puestos de las preocupaciones de gobiernos, empresas, fondos de inversión y buena parte de la ciudadanía. Cada día hay más conocimiento, tecnología y herramientas para hacerle frente.
Se emplea más del 5% del gas natural mundial para extraer nitrógeno de la atmósfera para fabricar fertilizantes, lo que constituye un problema energético y climático.
Aumenta la evidencia de que, a medida que el clima se calienta, la cantidad de precipitación de las fuertes tormentas está aumentando, especialmente en el centro y este de Estados Unidos.
Frente a la creciente intensidad de los huracanes como el Ida, necesitamos reducir las emisiones de efecto invernadero, desarrollar protocolos de actuación y rediseñar las ciudades.
Si bien el calentamiento global está aumentando la intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, otros factores como la pérdida de vidas y los daños económicos determinan cómo percibimos su gravedad.
Tanto el Plan de Reforma y Ensanche como las supermanzanas de Barcelona se enfrentaron y se enfrentan a detractores, pero sus beneficios para la salud urbana han sido evidentes.
A pesar de ser una gran desconocida, la flora acuática supone casi el 5% del total de las especies vegetales en España. Ejerce funciones imprescindibles para los ecosistemas.
La educación es un elemento clave para afrontar el cambio climático, por eso es necesario que se incluya esta materia en los grados universitarios para concienciar de forma directa a los jóvenes.
David Hoyos, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Andoni Kortazar, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, dan Gorka Bueno Mendieta, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Si bien el tren emite menos gases de efecto que otros medios de transporte, el balance medioambiental neto del conjunto de la red española de alta velocidad es, sin ser perjudicial, considerablemente pobre.
Deberíamos considerar los desastres como procesos históricos y responsabilizarnos como sociedad de nuestro papel en las catástrofes pasadas, presentes y futuras.
El concepto de cambio climático se ha convertido en una especie de convención mediática que simplifica y enmascara los diferentes elementos que constituyen un complejo proceso de deterioro ambiental.
Iniciativas como aumentar las zonas y cubiertas verdes y construir drenajes urbanos, además de las medidas para reducir el transporte individual, contribuyen a hacer las ciudades más resilientes.
Juli G. Pausas, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
Las igniciones y la continuidad de la vegetación ocasionada por el abandono rural son dos factores relacionados con la actividad humana fundamentales para que se produzcan los fuegos.
Apostar por la reutilización, reducción y reciclaje de residuos es clave para reducir el número de vertederos, que serán responsables del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2025.
La única forma de reducir las emisiones drástica y rápidamente es disminuyendo el consumo de manera programada, con reconversiones profundas y diálogo social.
Investigador Científico. Grupo de investigación 'Ciencia, vida y sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor vinculado "ad honorem". Grupo de investigación 'Ciencia, Vida y Sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)