Federica Ravera, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
En los Pirineos catalanes, las mujeres pastoras y ganaderas intentan recuperar la cultura ancestral agropecuaria para salvar las montañas del cambio climático.
Ni Tabernas es un desierto ni la desertificación se produce por la expansión de este tipo de ecosistemas caracterizados por condiciones ambientales extremas.
Se calcula que la agricultura origina entre el 60 y el 70 % de las emisiones de óxido nitroso generadas por la actividad humana, asociadas en gran medida al uso de fertilizantes nitrogenados.
El proyecto Olivares Vivos promueve modelos de agricultura que tengan como objetivo detener la pérdida de biodiversidad a la vez que aseguran la rentabilidad del cultivo.
La temperatura ha aumentado en la región alrededor de un grado entre 1950 y 2014, produciendo cambios en los modelos vitivinícolas y repercutiendo en la actividad de los profesionales del sector.
Más allá del uso de maquinaria o la plantación de especies competidoras, se están desarrollando nuevos productos, como el vinagre de madera, para controlar el crecimiento de hierbas y arbustos.
Los usos indebidos, la especulación y los conflictos de intereses ponen en entredicho la legitimidad de las concesiones para uso de agua que no priorizan los aspectos sociales y medioambientales.
La España rural interesa poco a los políticos, aunque en los últimos años se ha comenzado a hablar del problema de la despoblación. Pero agricultura y ganadería siguen sin ser temas de agenda electoral por el escaso peso del voto en estas zonas.
La investigación demuestra que las alteraciones del clima en la franja del sur del Sáhara están originadas por la quema de combustibles fósiles y otras emisiones humanas.
La contribución de la ganadería al cambio climático divide a los investigadores. Para analizarlo, es imprescindible estudiar las estadísticas con el máximo rigor posible.
La llegada de los europeos a América costó la vida a 60 millones de nativos y produjo una pequeña edad de hielo. Sin embargo, supuso el primer contacto de América con el resto del mundo, dando paso a una nueva era.
La cría de ganado tiene un claro impacto en el medio ambiente pero, contrariamente a lo que muchos críticos dicen, no es la mayor culpable del cambio climático.
La información que nos proporcionan los satélites puede ser utilizada por los productores agrícolas para lograr una mayor rentabilidad y calidad en sus frutos.
El comercio informal entre los países africanos está infravalorado. Un estudio de los intercambios comerciales informales en las fronteras de Benin ayuda a conocer su magnitud.
La industria cafetera de Colombia está bajo riesgo debido a los cambios climáticos. Los agricultores tratan de adaptarse a estos, pero necesitan ayuda.
Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
Investigadora en el Laboratorio de Transformaciones Urbanas y Cambio Global (TURBA) del Internet Interdisciplinary Institute (IN3), UOC - Universitat Oberta de Catalunya
Dpto. Estructura Económica y Economía del Desarrollo. Coordinadora del Grupo de Estudio de las Transformaciones de la Economía Mundial (GETEM), Universidad Autónoma de Madrid
Profesora del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática y miembro del Grupo de Investigación en Energía, Economía y Dinámica de Sistemas, Universidad de Valladolid