Hembra de mosquito Anopheles gambiae, vector del parásito que causa la malaria, Plasmodium falciparum. Este parásito produce un precursor llamado (E)-4-hidroxi-3-metil-but2-enil pirofosfato que activa los glóbulos rojos humanos para atraer con más fuerza al mosquito e invitarle a chuparnos la sangre.
Wikimedia Commons / CDC/ James Gathany
Los mosquitos y las enfermedades que propagan han matado a más personas que todas las guerras de la historia juntas. De hecho, el mosquito es, con mucho, la criatura más mortífera del mundo para los humanos. Entender por qué nos pica podría ayudar a evitarlo.
Los mosquitos del género ‘Culicoides’ transmiten patógenos como el virus de la lengua azul y el parásito causante de la malaria aviar.
Alan R Walker / Wikimedia Commons
Los autores han demostrado que las especies de insectos que transmiten la malaria aviar son más abundantes en zonas con escasa cobertura arbórea que en bosques mixtos.
Los mosquitos poseen cerebros simples con los que logran desarrollar más procesos que un superordenador. Gracias a ellos, los mosquitos chupadores de sangre pueden seleccionar a sus víctimas humanas.
No todos los mosquitos transmiten enfermedades. Ni siquiera los de la misma especie. Entre los varios factores que pueden afectar en esta capacidad de transmisión se encuentra su microbiota.
Vacunación de un niño contra la malaria en 2019 en Kenia. En 2020, África concentró el 96 % de las muertes por malaria en todo el mundo. Los niños son las primeras víctimas.
Brian Ongoro / AFP
Los mosquitos son sensibles a la temperatura, por lo que el derretimiento de la capa de hielo y su efecto en el clima podrían afectar a la transmisión de la esta enfermedad en el continente africano.
Micrografía electrónica de baja temperatura de un cúmulo de bacterias E. coli ampliado cien mil veces.
Wikimedia Commons / United States Department of Agriculture
Se prevé que la resistencia a antibióticos sea la responsable de diez millones de muertes anuales en todo el mundo en 2050. Pero ¿qué enfermedades son las que no se podrán curar?
La vacuna proteica Mosquirix permitirá que más del 90% de los niños y niñas africanos se beneficien de, al menos, una medida preventiva eficaz frente al paludismo.
Un niño con malaria, en su habitación, en Sudán del Sur.
Shutterstock
La nueva vacuna de GSK llega tras décadas de lucha. No es el final del camino, pero los resultados invitan al optimismo.
El glicocálix endotelial es similar a una capa suave de terciopelo que cubre internamente todas las arterias y venas del cuerpo.
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El glicocálix, un ángel de la guarda dentro de cada uno de nosotros. Un órgano todavía desconocido para la mayoría pero sin el cual no podríamos vivir.
Se diagnostican más de 200 millones de nuevos casos de esta enfermedad cada año, que de momento no ha podido ser erradicada. La pandemia de covid-19 amenaza los esfuerzos de las últimas décadas.
Impulsados por los vientos dominantes, millones de mosquitos potencialmente mortíferos viajan miles de kilómetros por África para beneficiarse de la humedad que permite la supervivencia de sus larvas.
Anopheles Stephensi, Sem.
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Jeremy Herren, International Centre of Insect Physiology and Ecology
Los mosquitos con microsporidia MB (un pequeño hongo parásito) no se infectan de paludismo. Si conseguimos infectar a grandes poblaciones de anopheles con este parásito, podríamos atenuar o erradicar la malaria.
Vista de Cartagena de Indias con las diversas disposiciones de la flota británica bajo el mando del almirante Vernon (Isaac Basire, Londres 1741).
Wikimedia Commons / Biblioteca Nacional de Colombia
Una imponente flota británica se lanzó en 1741 a la conquista de Cartagena de Indias, pero la empresa terminó en uno de los mayores desastres de la historia de la Royal Navy.
Todo el mundo ha oído hablar de los grupos sanguíneos AB0 y Rh. Lo que muchos ignoran es que se han descrito un total de 360 antígenos eritrocitarios a tener en cuenta en embarazos y transfusiones.
Las cloroquinas son unas viejas conocidas en la lucha contra la malaria. Sus efectos antivirales son discutidos y discutibles, mientras que los efectos secundarios que provocan pueden ser peligrosos.
Propagación del coronavirus (COVID-19) en África (abril 2020).
Mapa de calor del Center for Systems Science and Engineering (CSSE) de la Universidad John Hopkins.
La expansión de la COVID-19 en el continente africano en general, y en África Subsahariana en particular, tendrá efectos sin precedentes. Los países están tomando medidas anticipadas, pero los vectores económicos de impacto de la pandemia son poderosos.
Profesora de Enfermedades Tropicales y Salud Global de la UAH, Directora del Máster Universitario en Acción Humanitaria Sanitaria, Universidad de Alcalá
Principal Pathologist, Centre for Emerging, Zoonotic and Parasitic Diseases, National Institute for Communicable Diseases and Wits Research Institute for Malaria, University of the Witwatersrand