La innovación puede ser accidental, como sucedió con descubrimientos como la radiactividad o la penicilina, pero también se puede buscar en encuentros o incluso estar inspirada en la naturaleza.
Pedro Cermeño, Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) y Ramiro Logares, Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC)
A pesar de su gran potencial en sectores como la bioenergía y la alimentación, las microalgas aún no han conquistado el mercado. Para que lo hagan se necesita aumentar la capacidad de producción actual y reducir los costes.
La obsesión por producir más y más en el corto plazo mantiene al sistema agroalimentario en una dinámica que conduce al dominio de las grandes corporaciones y a una agricultura tecnificada y despegada del territorio y del estado de los recursos.
El fortalecimiento del sistema alimentario para proteger a los agricultores debe estar enfocado a reforzar su estructura, evitar la competencia desleal y asegurar la viabilidad económica de las explotaciones sostenibles.
La producción de verduras en sistemas verticales ofrece una solución sostenible para aumentar la producción de alimentos en un mundo cada vez más saturado de cultivos, más poblado y más cálido.
Analizar adecuadamente los cambios en los precios y los márgenes en la cadena de valor es imprescindible para identificar qué está fallando en el sistema alimentario y tomar las medidas adecuadas en un sector con un alto impacto social.
Los estudios y análisis producidos por expertos son una valiosa fuente de información e ideas para buscar soluciones ante problemas en el sistema alimentario, como el aumento de los precios y el desabastecimiento.
A la mayoría de la gente le cuesta clasificar correctamente los alimentos según su grado de procesamiento. Por ejemplo, no todo el mundo sabe que el yogur natural no es un alimento ultraprocesado, pero sí lo es el de sabores.
Algunos Ayuntamientos en España ya hacen compras públicas verdes: incluyen criterios ecológicos en la adquisición de comida para colegios y residencias. Estas iniciativas locales demuestran que otro esquema de alimentación es posible.
El despilfarro de comida supone pérdidas económicas y conlleva un empleo de recursos y un impacto ambiental que podrían evitarse. Supone además un problema ético y social porque se relaciona con la inseguridad alimentaria.
La pandemia, la guerra de Ucrania y la subida de precios de la energía ponen en jaque el sistema alimentario actual. ¿Quiénes, cómo y cuándo deben actuar para cambiarlo?
Miguel Quemada, Universidad Politécnica de Madrid (UPM) y José Luis Gabriel Pérez, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA - CSIC)
La fabricación de fertilizantes nitrogenados supone, aproximadamente, un 8,3 % de la energía consumida en el mundo.
Los nuevos desarrollos biotecnológicos deben ser abarcados con soluciones sustentables que sean capaces de optimizar las características de interés agronómico de los cultivos.
Problemas globales como la pandemia de covid-19, medidas administrativas como el Brexit o catástrofes naturales pueden desestabilizar los sistemas alimentarios.
Tras el último informe del IPCC, y con vistas a la próxima COP26, hemos preguntado a expertos en ámbitos como el transporte y los sistemas agroalimentarios qué debemos hacer para reducir la generación de gases de efecto invernadero.
Apostar por productos de proximidad y de agricultura y ganadería extensivas contribuye a fomentar el uso del monte y, por tanto, a evitar que se instaure una vegetación continua que favorece el fuego.
Los microbiomas podrían reducir el riesgo de contaminación en los productos que comemos, corroborar el origen y autenticidad de los alimentos, aportarles valor añadido o reducir los residuos que generan.
Ciertas bacterias permiten a las plantas absorber nutrientes esenciales del suelo y las defienden frente a organismos patógenos. ¿Por qué no usarlas como fertilizantes y pesticidas vivientes?
Las estrategias de prevención y reducción del despilfarro de comida deben involucrar a todos los eslabones de la cadena de producción y consumo, ya que todos tienen parte de responsabilidad.
Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)
Catedrático de Producción Agraria. ETSIAAB y CEIGRAM. Miembro del Grupo Europeo de Expertos en Nitrógeno (EUNEP), Universidad Politécnica de Madrid (UPM)