Superado el confinamiento, los centros escolares regresaron a las clases presenciales tradicionales. Sin embargo, el futuro puede estar en aplicar un aprendizaje mixto virtual y presencial.
Los centros educativos avanzan en la digitalización tras el impulso de la pandemia, aunque aún faltan planes a medio plazo, especialistas y aplicaciones concretas en metodologías y evaluación.
La pandemia impactó en el bienestar emocional del profesorado, sobre todo de las mujeres, especialmente las que tenían más alumnos con situación económica precaria y en educación primaria.
Hemos creado una matriz de evaluación que aprovecha los MOOC en inglés para otros idiomas, con gran potencial para colaborar en la enseñanza en línea en países como Brasil.
Menos del 1% de los docentes universitarios catalanes se consideraba muy preparados para la docencia en línea antes de la pandemia. La curva de aprendizaje ha sido alta, pero aun hay muchas necesidades.
La herramienta de You Tube Studio nos proporciona una cantidad de datos utilísimos para entender cómo se ven nuestros vídeos de enseñanza de idiomas. Los resultados son sorprendentes y muy útiles.
El acceso a internet y el uso de diferentes herramientas según la asignatura favorece el rendimiento académico de los estudiantes de la ESO, según un reciente estudio.
La necesidad de encontrar modelos alternativos a la presencialidad durante la pandemia nos ha permitido experimentar con el método de clase invertida, que tiene muchos beneficios.
Reflexionar en torno a un humanismo pospandemia, según señala el autor en este artículo publicado originalmente en Telos, la revista que edita Fundación Telefónica, es indispensable para proyectar una normalidad en la que se resignifiquen las relaciones del ser humano con la tecnología y el medio ambiente.
El modelo educativo actual se encuentra en crisis debido a la emergencia sanitaria. Una educación remota responde en estos tiempos integrando el aprendizaje virtual, el aprendizaje a distancia, el aprendizaje en casa y las pedagogías emergentes.
La adaptación a la enseñanza en línea, la inestabilidad laboral en la pandemia, la tensión por hacer que las normas sanitarias se cumplan en las aulas, el teletrabajo… Estas y otras causas han hecho que el estrés haya llegado a los profesores en uno de los cursos más complicados que han tenido.
Rafael Puyol, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja
La COVID-19 está actuando como catalizador de un cambio educativo esencial. Ante la dificultad de mantener las clases presenciales, las universidades han vuelto sus ojos a la enseñanza en línea y la semipresencial, que van a experimentar un aumento exponencial de la demanda.
La transformación digital de un modelo de negocio no es solo cuestión de tener más ordenadores, una página web más completa, con carrito de compra o más servidores. Exige también cambiar la forma de crear valor.
“El sistema universitario español es presencial; y no vamos a renunciar a ello, porque nuestra visión de la Universidad es la de un foro de intercambio intelectual y social”, afirma el presidente de la CRUE ante el inicio del nuevo curso universitario.
Así comienza el día escolar en tiempos de pandemia.
AP Photo/Jessica Hill
Debido a la pandemia de COVID-19, el aprendizaje ha pasado a un plano virtual, lo que puede representar grandes retos para los alumnos, docentes y padres de familia.
Aula con profesora y alumnos con mascarilla y una persona por cada par de pupitres.
Shutterstock / F. Altamirano
La vuelta a las aulas comienza este año cargada de incertidumbre y miedos. Es necesario un periodo de adaptación que ayude a los estudiantes y a los docentes a enfrentarse al nuevo curso sin miedo. He aquí algunas claves.
Velemos por el acceso, el contexto, la didáctica y la creatividad en el retorno a las aulas. Esos cuatro aspectos garantizarán una educación de calidad.
La crisis de la COVID-19 está acentuando la tendencia hacia la formación universitaria no presencial, pero conviene recordar que se educa por contagio y que la presencialidad es insustituible.
La enseñanza universitaria ha sido remota durante la crisis de la COVID-19, aunque eso no significa que se haya realizado una enseñanza ‘online’. Volcar lo presencial en un formato virtual dista de tener los criterios de calidad de lo semipresencial. La educación híbrida bien trabajada parece ser la mejor solución para el futuro de la universidad.
Director del Master in Talent Management de Advantere School of management / Director del Máster en Recursos Humanos de Universidad Pontificia Comillas, Universidad Pontificia Comillas