Mercedes Pérez, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja
El arte del 'Storytelling', una técnica que se sirve del lenguaje corporal dramatizado para contar historias, es una herramienta fundamental para empezar a enseñar inglés a los más pequeños. Con cuentos se aprende antes. Estas son algunas recomendaciones para empezar.
Imagen microscópica de penicilina, cuyo descubrimiento por serendipia se atribuye al científico británico Alexander Fleming.
Wikimedia Commons / Y_tambe
De origen inglés, no es exactamente casualidad ni chiripa. Es el descubrimiento de algo valioso de manera fortuita, idea nacida en una antigua fábula persa.
Decenas de colegios públicos y concertados españoles tienen en su fachada un cartel que los señala como colegios bilingües por su comunidad autónoma. Pero ¿cómo se imparte realmente el inglés en sus aulas? ¿Aprenden el idioma correctamente los alumnos que estudian en ellos?
¿Es posible aprender inglés para un estudiante si este no hace una inmersión en el país donde se habla? Aunque parezca imposible, existen muchos recursos al alcance de nuestra mano para conseguir un buen nivel de inglés. Solo hay que ponerle ganas.
El uso de términos en inglés sube sin parar entre los jóvenes y adolescentes de habla hispana. Se debe a una presencia constante de lo anglosajón en productos, hábitos, moda, deportes y redes sociales.
Aprender inglés no es una tarea pasiva: un enfoque de aprendizaje ubicuo convierte al estudiante en el agente generador de conocimiento. Se trata de querer saber sobre la otra cultura y mantener una actitud de empatía.
Diferenciar los sonidos vocálicos (mucho más numerosos que en español), la diferente acentuación de las sílabas, y el énfasis de cada palabra dentro de una frase, son aspectos más importantes que las formas verbales para que nos entiendan.
Marcos Cánovas, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
España sigue muy abajo en el ranking europeo de conocimiento del inglés. ¿Es cultural, coyuntural o estructural? Un poco de todo. Hay carencias históricas y hace falta mayor esfuerzo e inversión educativa.
La mayoría de los deportes que practicamos en España son importados del mundo anglosajón. Por motivos como sus connotaciones positivas o brevedad, tendemos a usarlos sin buscar equivalente en español.
¿Por qué algunos sonidos nos resultan agradables, mientras que otros provocan asco? Aprender un nuevo idioma puede ayudarnos a descubrirlo.
En la plaza Jehan Rictus de Montmartre (Praís), se construyó en 1936 este muro con 311 “Te quiero” en otros tantos idiomas en memoria del poeta J. Rictus.
Paolo Gallo / Shutterstock
El mandarín y el árabe, aparte del inglés, son las segundas lenguas extranjeras más útiles que deberíamos aprender los hispanohablantes. Hay excepciones, dependiendo de las necesidades específicas de nuestro trabajo.
A pesar de ser imprescindible para encontrar un trabajo, el nivel de este idioma en España es muy bajo. Analizamos las causas que han hecho que esta lengua todavía sea una asignatura pendiente.
Marcos Cánovas, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
La elección del doblaje como modalidad de traducción audiovisual excluye el contacto con la lengua extranjera que ofrece la versión original subtitulada.
Las investigaciones más recientes demuestran que el cambio voluntario de lengua puede suponer una ventaja comunicativa.
Man vyi / Wikimedia Commons
En una nueva era en la enseñanza de lenguas tenemos la oportunidad de poner el foco sobre el multilingüismo con cambios estructurales que fomenten realmente la inclusión.