Las niñas africanas figuran entre las grandes víctimas de la pandemia. Tal y como ha ocurrido en momentos de crisis a lo largo de la historia, están creciendo los casos de violencia de género, las enfermedades de transmisión sexual, los embarazos y los matrimonios infantiles, aumentando así la discriminación de género.
César San Juan, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Las asesinas en serie existen, pero sus motivaciones son diferentes a las de los varones. También el tipo de víctimas que buscan. A pesar de estos datos, aún existen muchas sombras sobre los mecanismos neuronales que llevan a hombres y mujeres a cometer actos violentos y por qué son más frecuentes en hombres que en mujeres.
Las personas dependientes no son felices por sí mismas, sino con la felicidad de otras personas a las que idealizan y a las que pretenden agradar. Una excesiva dependencia en las mujeres actuaría como un factor que incrementa la tolerancia de relaciones abusivas en la pareja.
Amor y dependencia son dos conceptos antagónicos, pero frecuentes en relaciones de parejas entre adolescentes. En muchas ocasiones, la persona dependiente no es consciente de que lo es. El gran desafío está en aprender a identificar cuando se está atrapado en una relación nociva.
Los expertos alertan de que la sociedad debe entender que las mujeres víctimas de violencia de género no siempre están en condiciones de denunciar y sus agresores se cuidan mucho de no levantar sospechas entre los vecinos.
Desde hace un siglo las palabras nueva normalidad han sido aplicadas con diversos significados. La clave para una reconstrucción sin desigualdad tras la pandemia del coronavirus sería cimentarla sobre lo previsto en las normas en vigor.
En el periodo pos-COVID, la dimensión espacial de la violencia de género permite comprender las desigualdades preexistentes en la sociedad. Una investigación muestra cuáles son los territorios más vulnerables durante el confinamiento.
La crisis del coronavirus está teniendo un serio impacto en la salud y en la seguridad de las mujeres, que asumen el mayor coste físico y emocional y tienen mayor riesgo de contagio por su continua exposición al virus.
El movimiento feminista debe enfocar sus esfuerzos hacia asegurar que las consecuencias de esta crisis no haga más profunda la discriminación de las mujeres, y ha de elevar su voz para proteger a las que se ven expuestas a la desprotección y, sobre todo, a la violencia.
Paola Díaz, École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS)
Los feminicidios se han convertido en parte de la cotidianidad en México, donde mueren 10 mujeres cada día. La insuficiente respuesta oficial y la cobertura mediática sensacionalista desensibilizan a la población.
El ciclo de la violencia es evidente cuando un menor está expuesto a situaciones de este tipo en el hogar. Sin embargo, puede evitarse si se detectan los casos de forma precoz.
Un estudio desde la perspectiva económica ayuda a poner de manifiesto la gravedad del problema y a comprender que trasciende el ámbito de lo privado para convertirse en un problema de todos.
Después del caso de La Manada y de la campaña internacional #metoo, seguimos lejos de educar en la igualdad en las escuelas. Administraciones y docentes no ayudan a acabar con ello.
No es lo mismo la violencia doméstica que la violencia de género. La primera es la que se produce en el hogar. La segunda, la que se ejerce contra la mujer por el hecho de serlo.
La violencia contra las mujeres es la consecuencia más horrorosa de la desigualdad de géneros. Solo eliminando esta última se conseguirá aniquilar de raíz la primera.
Profesora del Departamento de Sociología y Antropología Social - Integrante del Instituto Universitario de Estudios de las Mujeres (IUED), Universitat de València
Doctora en Economía. Profesora Titular de Economía Aplicada y subdirectora del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social y de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa, Universidad de Alcalá
Doctora en Economía. Profesora Titular de Economía Aplicada. Directora de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa UAH - Santander. Investigadora del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social, Universidad de Alcalá
Profesor Titular de Universidad. Investigador del Instituto Universitario para el Análisis Económico y Social (IAES) y de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa. Decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Empresariales y Turismo, Universidad de Alcalá
Investigadora en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales CEMS- EHESS- Francia y en COES- Chile (Centre for Social Conflict and Cohesion Studies), Diego Portales University