Muchas especies han desarrollado adaptaciones específicas para detectar y responder ante el fuego. Necesitan ser rápidas y reaccionar a tiempo para poder sobrevivir huyendo o escondiéndose.
El cambio climático está incrementando los incendios forestales, poniendo en riesgo ecosistemas antiguos como los pinsapares. Las nuevas tecnologías pueden ayudarnos a protegerlos.
Se llama incendios de sexta generación a los fuegos de grandes dimensiones difíciles de extinguir. Para estimar los daños que dejan y regenerar la zona se usan imágenes de satélite y otras herramientas tecnológicas.
¿Es malo talar árboles? ¿Son siempre dañinos los incendios? ¿Hay que limpiar los bosques? Algunas falsas creencias forestales impiden que se haga una correcta gestión de la naturaleza para conservarla.
La postura de ciertos sectores de la industria agroalimentaria y las políticas gubernamentales están generando una nueva ola creciente de deforestación e incendios en Brasil.
Diferentes incendios están afectando a los grandes humedales y cuencas de grandes ríos de Sudamérica, perjudicando la biodiversidad, el ciclo hidrológico, los balances de CO₂, el clima e incluso la salud de la humanidad.
Las infraestructuras o viviendas en contacto con el bosque suponen un reto en la gestión de incendios forestales: ¿en qué momento hay que evacuar? ¿cómo deben actuar los bomberos? ¿cómo mantener la vivienda y sus alrededores?
Los incendios árticos invernales, que arden bajo tierra durante los periodos de bajas temperaturas, pueden favorecer una nueva oleada de megaincendios este verano.
Los sumideros terrestres absorben cada vez menos CO₂ y es previsible que en apenas unas décadas los ecosistemas emitan más dióxido de carbono del absorbido.
Australia está sufriendo una de sus peores temporadas de incendios forestales debido a una combinación de temperaturas elevadísimas y meses de severas sequías. El cambio climático tampoco es ajeno a la catástrofe.
En situaciones de crisis, las administraciones públicas usan las redes sociales para informar, colaborar con los afectados y alertar a la población sobre posibles riesgos.
Tras los incendios de Brasil, el área afectada se cubrirá de una masa de árboles pequeños o “palillos” o se convertirá una sabana, pero en ningún caso conservará la biodiversidad que tenía anteriormente.
La adaptación al cambio climático requiere la adopción de un nuevo modelo energético, un paso que podemos aprovechar para crear paisajes que impidan el desarrollo de grandes fuegos.
La verdadera causa de los grandes incendios no es la fuente de ignición, sino la confluencia de otros factores relacionados con el estado del bosque, su humedad y la meteorología.
La urgencia de la restauración no sería tanto una obligación para con el presente, por mucho que el icónico emblema turístico pueda echarse de menos en el cielo parisino, como para con el porvenir.
Investigador Facultad de Derecho/Centro de Estudios Históricos, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Bernardo O'Higgins, Chile, Universidad Bernardo O´Higgins
Profesora Titular y miembro del grupo de investigación Ecología y Medio Ambiente y del Instituto de investigación IsFood, Universidad Pública de Navarra
Profesora de la Universitat Politècnica de Catalunya, investigadora del Centre d'Estudis del Risc Tecnològic y coordinadora del proyecto WUIVIEW, Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech
Profesor en el Departamento de Ciencia y Tecnología Agroforestal y Genética de la E.T.S.I. Agrónomos y de Montes de Albacete, Universidad de Castilla-La Mancha