Si bien nosotros debemos mantener muchas precauciones sanitarias ante el COVID-19, la manera en que socializamos es muy similar a la de esta especie. ¿Qué podemos aprender de ella?
Tanto la desnutrición (calórica y/o proteica) como la obesidad (que provoca un estado inflamatorio crónico) se consideran factores de riesgo para la COVID-19.
Además de llevar mascarillas, garantizar la higiene y la distancia de seguridad, la mejor solución para evitar contagios en colegios es no impartir clase en interiores o ventilar aulas y pasillos correctamente.
La pandemia obligó a los gobiernos a decretar medidas de confinamiento y seguimiento de normas higiénico-sanitarias. Para las personas con TEA esto supuso realizar grandes cambios en sus rutinas.
La vacuna desarrollada por el consorcio liderado por la Universidad de Oxford y la empresa farmacéutica AstraZeneca será probablemente una de las primeras en distribuirse contra COVID-19.
Puede que la moda y la ropa no sea lo primero que viene a tu mente cuando piensas en mantener distancia, pero ha resultado ser útil durante epidemias y situaciones pasadas.
La detección temprana de contagios podría ser la única medida sostenible a corto plazo, pero requiere tiempo y personal. ¿Pueden ayudarnos las aplicaciones de alerta de contactos en este escenario?
El estúpido sería aquel individuo que perjudica a otra persona (o grupo de personas) obteniendo además perjuicio para sí mismo. ¿Encajan en esa definición los negacionistas de la COVID-19?
Ahora ha sido la polio en África. Antes fue la viruela. A finales del siglo XIX empezó a fraguarse la idea de que podíamos exterminar a ciertos patógenos. El tiempo nos ha obligado a cambiar esta visión.
Por muy sombría que sea la situación con la pandemia que asola el mundo y el creciente número de muertes, hay muchas razones para ser optimistas y confiar en que habrá una vacuna a principios del próximo año.
Para poder tomar decisiones, planificar y vivir sin estrés necesitamos activar de cuando en cuando las “neuronas de no hacer nada”, esto es, la red neuronal por defecto o red de reposo.
Las inciertas expectativas generadas por la pandemia van socavando nuestro ánimo de forma soterrada, con una u otra intensidad con arreglo a las circunstancias. ¿Veremos amanecer una nueva época?
Un estudio holandés ha identificado problemas inmunitarios causados por defectos en el gen TLR-7 que podrían hacer a algunos pacientes más vulnerables al coronavirus causante de la COVID-19.
Científica del CSIC. Bioquímica de Sistemas de la división bacteriana. Comunicadora científica, Centro de Investigaciones Biológicas Margarita Salas (CIB - CSIC)
Profesor Titular. Dpto. de Medicina Preventiva y Salud Pública (UV). Unid. Mixta Investigación Enfermedades Raras FISABIO-UVEG. CIBER Epidemiología y Salud Pública, Universitat de València
Catedrático del área de Biología Celular. Investigador asociado del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. Investigador en metabolismo, envejecimiento y sistemas inmunológicos y antioxidantes., Universidad Pablo de Olavide
Bioquímica y bióloga molecular, inmunológa, experta en vacunas y profesora de investigación en Procesos Sanitarios en la Facultad de Educación y en Avances en Enfermedades Infecciosas y terapia antimicrobiana en la Facultad de Ciencias de la Salud, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja
Investigador Científico. Grupo de investigación 'Ciencia, vida y sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor vinculado "ad honorem". Grupo de investigación 'Ciencia, Vida y Sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)