El uso de ChatGPT puede suponer una revolución en la elaboración de trabajos estudiantiles: profundizar en la capacidad crítica puede ser mejor que tratar de prohibirlo o detectarlo.
Una tumba sin marcar con una lápida que se asemeja a una pantalla de ordenador, apodada “iGrave”, se ve en el noroeste de Londres.
Leon Neal/AFP
Conocido como “deadbot”, este tipo de “chatbot” permitía a Joshua Barbeau, un hombre de 33 años, intercambiar mensajes de texto con una “Jessica” artificial que simulaba ser su prometida fallecida.
Una empresa puede controlar sus contenidos en redes pero no los de sus competidores ni los que son tendencia. La IA puede ayudarle a clasificar, cuantificar y analizar esta información para establecer su estrategia de marketing digital.
Actualmente, gracias a la inteligencia artificial y la huella digital de una persona que ha fallecido, es posible recrear conversaciones con quienes ya no están. Sin embargo, esto podría suponer riesgos para aquellos que están sufriendo el duelo.
Los sistemas conversacionales, como Siri y Alexa, deben superar diversos desafíos relacionados con la complejidad del lenguaje para comprender lo que decimos y generar una respuesta adecuada.
Herramientas de IA ya existentes como los asistentes virtuales, la minería de datos y la optimización y automatización de procesos, están generando resultados positivos a nivel empresarial.
Jordi Cabot, UOC - Universitat Oberta de Catalunya
Los bots pueden ser la primera línea de choque contra una pandemia y ayudar a evitar el riesgo de colapso del sistema sanitario. Deben reunir una serie de características para cumplir con esta función.