Saioa Gómez Zorita, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Iker Gomez Garcia, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Irene Besné Eseverri, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Ivan Gomez Lopez, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Laura Isabel Arellano García, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Maitane González Arceo, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, and María Puy Portillo, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Las personas vegetarianas y veganas en general pueden adquirir a través de la dieta todos los nutrientes que necesitan, siempre y cuando esté bien planificada, salvo una excepción: la vitamina B12.
Vital para el organismo, este compuesto solo se obtiene a través de alimentos de origen animal. Quienes los suprimen de su dieta se ven abocados a tomar complementos, no todos igual de eficaces.
Míriam Torres-Moreno, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya and Anna Vila Martí, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
Las micoproteínas se consideran análogos de la carne, alimentos proteicos de origen vegetal que mimetizan la carne, imitándola tanto en su funcionalidad, como en sus propiedades físicas, cualidades estéticas y atributos sensoriales.
Comentar que lleva una dieta vegana en una reunión familiar puede ser incomodo debido a la cantidad de dudas que genera esta alimentación. Sin embargo, es compatible con una dieta equilibrada.
Comer alimentos que contengan todos los nutrientes necesarios para el organismo está bien. Combinarlos correctamente para aprovechar sus nutrientes será aún mejor.
Un cambio hacia una alimentación con mayor consumo de vegetales y proteína animal de producción ecológicamente eficiente mejoraría tanto el bienestar humano como la salud del planeta.
Un buey en un área deforestada de la Amazonía para crear pastos para ganado.
Shutterstock / PARALAXIS
¿Reduciría su consumo actual de carne y lácteos? Existen motivos éticos, ambientales y de salud para hacerlo. Los españoles, sin embargo, comemos más carne que nunca.
Fotograma de la película Comer, beber, amar (Ang Lee, 1995).
El miedo a probar un alimento nuevo es común entre niños pero menos frecuente entre adultos. Las preferencias alimentarias también cambian significativamente con los años. ¿Qué influye en estas decisiones?
Las verduras están presentes en todas las dietas.
Gumersindo Feijoo
El autor analiza dos indicadores, uno ambiental y otro nutricional, para evaluar las dietas mediterránea, atlántica, nórdica, paleo, vegetariana y vegana.
Argumentos ecológicos, económicos y éticos están empujando el desarrollo de tecnologías para obtener carne sin el sacrificio de animales. ¿Son realmente necesarios todos estos esfuerzos?
Más de once mil científicos de todo el mundo han suscrito el último informe sobre cambio climático, en el que se subraya la necesidad de cambiar nuestros hábitos alimenticios.
Profesora en la Universidad del País Vasco. Investigadora del grupo Nutrición y Obesidad del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CiberObn) y del Instituto de Investigación Sanitaria Bioaraba, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Catedrática de Nutrición. Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Profesora Titular de Nutrición y Bromatología - Directora del proyecto BADALI, web de Nutrición. Instituto de Bioingeniería, Universidad Miguel Hernández
Estudiante predoctoral, Grupo Nutrición y Obesidad, Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Univertsitatea, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea