Más que la fuente de proteínas en sí, lo que marca la diferencia son el resto de componentes del alimento, más perjudiciales en el caso de los productos de origen animal. El impacto al medio ambiente también debe tenerse en cuenta.
Representación de placas de proteína β-amiloide (visibles en marrón) en un cerebro afectado por alzhéimer.
NIH Image Gallery / Flickr
Los autores nos explican cómo, gracias a la simulación computacional, han desarrollado un nuevo método para inhibir los agregados de proteínas que aparecen en los pacientes con enfermedades neurodegenerativas.
La capacidad de algunas moléculas para emitir luz permite a los científicos hacer que las células “brillen” y presenciar así procesos biológicos antes invisibles al ojo humano.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ha dado luz verde a la primera inmunización contra el virus VRS, que puede afectar gravemente al aparato respiratorio. Pronto llegarán otras vacunas, aunque los niños tendrán que esperar aún.
Las partículas de LDL albergan en su superficie proteínas transportadoras (en azul) que pueden servir como marcador de riesgo cardiovascular.
Juan Gaertner / Shutterstock
Recientes estudios proponen basar las analíticas en un compuesto orgánico capaz de señalizar con mayor exactitud la presencia del colesterol más dañino.
Muchas pueden ser las causas que hacen fracasar una terapia contra el cáncer. Un nuevo estudio ha localizado un error en el funcionamiento de una proteína que fuerza a la célula a “sobreactuar” y frenar la acción del fármaco.
Las investigaciones de los autores han localizado dos proteínas que desempeñan un papel fundamental para que nuestro corazón lata -o deje de hacerlo- a un ritmo acompasado.
La mayoría de las enfermedades se producen por un cambio en la estructura de las proteínas. Por eso es tan importante predecir qué forma adoptan estas piezas básicas de la vida.
Iñaki Milton Laskibar, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea; Lucía González Martínez, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, and María Puy Portillo, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Para practicar deportes como el crossfit o la halterofilia, basados en la musculación, la ingesta de proteínas es básica. Los estudios sugieren que su origen no influye en los resultados.
Todo lo que nos rodea depende de interacciones: las redes sociales, la inteligencia artificial, el equilibrio de los astros en el universo y, cómo no, la salud. El mapa de las relaciones moleculares cambiará la forma de tratar enfermedades.
Disponer de un catálogo con todas las proteínas que componen nuestro cuerpo sabiendo exactamente a qué enfermedad se asocia cada una no es una utopía. La proteica lo hará posible.
Hay algunas proteínas que podrían predecir la evolución de los pacientes con covid-19 a partir de una analítica de sangre. Conocerlas en profundida permitiría diseñar terapias más eficaces.
Míriam Torres-Moreno, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya and Anna Vila Martí, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
Las micoproteínas se consideran análogos de la carne, alimentos proteicos de origen vegetal que mimetizan la carne, imitándola tanto en su funcionalidad, como en sus propiedades físicas, cualidades estéticas y atributos sensoriales.
Comentar que lleva una dieta vegana en una reunión familiar puede ser incomodo debido a la cantidad de dudas que genera esta alimentación. Sin embargo, es compatible con una dieta equilibrada.
Setas ostra, Pleurotus ostreatus.
Shutterstock / Ivan Marjanovic
Las setas tienen una gran cantidad de nutrientes que ofrecer a nuestra dieta, aunque también disminuyen parcialmente dependiendo del cocinado y modo de conservación.
Un análisis de sangre que cuantifique la proteína celular ACE2, que permite la entrada del coronavirus en las células, podría permitirnos seguir la evolución de la infección por covid-19.
El desarrollo de la tecnología y la biología estructural ha hecho que los fármacos cada vez tarden menos en salir al mercado. Ahora, una nueva metodología ha conseguido acelerar el proceso aún más.
La interacción entre las proteínas Ras, asociadas a la generación del cáncer, y las proteínas Sos se convierte en una nueva posible diana frente al cáncer.
Catedrática de Nutrición. Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Profesor en la Universidad del País Vasco. Investigador del grupo Nutrición y Obesidad del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CiberObn) y del Instituto de Investigación Sanitaria Bioaraba, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Doctora en Ciencias de la salud. Profesora en Grado de Enfermería. Investigadora postdoctoral IIS Aragón y Universidad de Zaragoza., Universidad de Zaragoza