Con el calentamiento global, las temperaturas extremadamente altas serán más frecuentes e intensas, aumentando la gravedad de las olas de calor y el riesgo de incendios forestales.
En el mejor de los casos, incluso si consiguiésemos reducir lo suficiente y con rapidez las emisiones, se agudizarían los fenómenos extremos y las altas temperaturas tardarían siglos en volver a niveles anteriores.
Según el último informe del IPCC, no hemos conseguido frenar el aumento de la temperatura media de la Tierra, que continuará durante el próximo siglo. Sin embargo, todavía podemos evitar que vaya a más.
Al derretirse, las grandes lenguas heladas del planeta liberan al océano nutrientes como el hierro. Si permanecen en sus formas disponibles, servirían para alimentar al fitoplancton, fijador de CO₂.
El impacto del cambio climático en los fenómenos extremos relacionados con el agua es cada vez más evidente, advierte un autor principal del nuevo informe.
Nick Golledge, Te Herenga Waka — Victoria University of Wellington
El último informe del IPCC deja claro que ya no podemos evitar que los niveles del nivel del mar suban, pero sí podemos controlar la cantidad y la rapidez con que cambian.
Michael A. Little, Binghamton University, State University of New York and William D. MacDonald, Binghamton University, State University of New York
La Tierra cambia constantemente de forma natural, pero la mayoría de esos cambios son muy lentos. Los humanos están acelerando otros cambios con el calentamiento global.
El último informe sobre la ciencia del clima llega tras las olas de calor, los incendios forestales, las inundaciones y las tormentas. Ayudará a los responsables políticos a actuar para frenar las emisiones y adaptarnos al cambio climático.
Las llamas vuelven a devorar millones de hectáreas en distintas zonas del planeta. Factores como la atmósfera desecante, las olas de calor y la simultaneidad de focos hacen imposible la extinción.
Conseguir la implicación de la sociedad pasa por la búsqueda de experiencias sensoriales más allá del conocimiento racional del cambio climático. Repetir los mismos datos no basta.
La carne no es el origen de la proteína en la dieta mediterránea, un patrón del que tenemos un concepto equivocado y, sobre todo, excesivamente plástico.
Urge intervenir en el entorno natural para poner freno a los grandes fuegos que se multiplican exponencialmente por el planeta. Así lo expone la autora, especialista en gestión de los recursos naturales y miembro del Comité Español del Programa Hombre y Biosfera de la UNESCO.
Los cerdos salvajes están en todos los continentes, excepto en la Antártida. Calculamos que remueven la misma cantidad de suelo que la superficie de Taiwán, liberando gases de efecto invernadero.
El problema de las inundaciones es la falta de aceptación de la incertidumbre. Por lo general no se tienen preparados protocolos para estos casos, como tampoco para las olas de calor o los incendios.
Los terrenos que tienen plantas sin flores presentan una temperatura hasta 1,2ºC mayor que aquellos que están florecidos. Esto apoya la idea de que las flores reflejan luz del sol al espacio.
¿Reduciría su consumo actual de carne y lácteos? Existen motivos éticos, ambientales y de salud para hacerlo. Los españoles, sin embargo, comemos más carne que nunca.
Emiliano Bruner, Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) and Fernando Valladares, Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC)
La especie humana vive anclada en comportamientos juveniles que la hacen susceptible al miedo, pero también a la imprudencia. Estos rasgos evolutivos podrían explicar su inacción ante el cambio climático.
Como ya han hecho otros países, España ha iniciado el camino para formar un órgano para reforzar el diálogo y la participación ciudadana en materia de cambio climático.
Investigador Científico. Grupo de investigación 'Ciencia, vida y sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor vinculado "ad honorem". Grupo de investigación 'Ciencia, Vida y Sociedad'. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Filosofía (IFS-CSIC)
Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)