Múltiples estudios vinculan la mala alimentación, y la consiguiente alteración del equilibrio de nuestras bacterias intestinales, con el aumento actual de la ansiedad y la depresión.
Nuevos descubrimientos de fragmentos óseos en la cueva alemana de Ranis prueban la presencia de los primeros ‘Homo sapiens’ adaptados al frío en el norte de Europa, territorio ocupado por los neandertales, hace 45 000 años.
Un estilo de pensamiento más pesimista y desesperanzado, unido a diferencias neurobiológicas, podría explicar por qué las chicas adolescentes se deprimen más.
Cada mes de noviembre, miles de hombres de todo el mundo dejan crecer su bigote para concienciar sobre el cáncer de próstata, el cáncer de testículos y los problemas de salud mental masculinos, más arraigados en policías, paramédicos y bomberos.
Durante la preadolescencia, el cerebro no solo crece en tamaño, sino que también reorganiza sus conexiones neuronales. Si en ese momento crítico sufrimos una depresión, puede generarnos problemas de salud mental serios en la vida adulta.
Personalidad y salud cerebral están estrechamente relacionadas. Concretamente, las personas a las que más les cuesta afrontar las situaciones complicadas de la vida hacen más uso de los servicios sanitarios.
Australia acaba de aprobar el uso de drogas psicodélicas con fines terapéuticos. Es la culminación del interés creciente por las propiedades de estas sustancias, aunque solo han funcionado en entornos clínicos muy controlados.
Es más frecuente en mujeres que en hombres y ocurre más en adultos jóvenes. Conlleva un enorme coste social al estar asociada a mayor coste sanitario y pérdida de productividad y de calidad de vida.
Personas de diferentes países reportan niveles diferentes de emociones, cuya relación con aspectos sociales depende del país y la cultura. La promoción de emociones positivas y la atención a la soledad deben ser prioritarias en las políticas sociales.
La ansiedad, la depresión o el mero aburrimiento pueden despertar un tipo de hambre que no tiene que ver con nuestras necesidades fisiológicas y que demanda alimentos poco saludables. ¿Cómo podemos hacerle frente?
Según la OMS, la depresión afecta a unos 280 millones de personas en el mundo. A pesar de ello, este trastorno sigue estando mal explicado y suele ser difícil de tratar. La ketamina podría ofrecer un enfoque innovador.
Acaban de salir a la luz dos estudios que confirman que la diversidad de la microbiota intestinal está involucrada de alguna manera en la depresión. Aunque no resuelven la incógnita de si el cambio en la composición de la microbiota intestinal es la causa de la depresión o la consecuencia.
No es infrecuente que los enfermos graves alberguen un deseo de morir. Los profesionales asistenciales deben atender al paciente para averiguar sus posibles causas, al margen del dolor físico.
Los antidepresivos más usados se basan en potenciar la acción de la serotonina, pero recientes estudios cuestionan el papel hegemónico de ese neurotransmisor en la aparición del trastorno. ¿Hay alternativas?
Recientemente se ha autorizado en España el uso de la esketamina por vía intranasal para el tratamiento de pacientes adultos diagnosticados de Trastorno Depresivo Mayor resistente al tratamiento. ¿Resolverá el problema?
Según un estudio de los autores, el confinamiento forzoso que se impuso con mayor o menor intensidad en los países europeos está vinculado directamente a problemas de insomnio, ansiedad y depresión en las personas mayores de 50 años.
Efectivamente, un estudio en el que ha participado el autor apunta a que este patrón de alimentación tan en boga disminuye los síntomas depresivos. Y, en general, mejora el estado de ánimo.
Doctor en Psicología Clínica. Director del Máster en Gerontología y Atención Centrada en la Persona (Universidad Internacional de Valencia), Universidad Internacional de Valencia