Los virólogos Margarita del Val y Estanislao Nistal participaron en un encuentro en el que otros científicos, profesionales de diversas ramas y varios niños y adolescentes les plantearon una serie de dudas sobre la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2.
Resulta fundamental involucrar términos medios y evitar la polarización mediática para entender cómo la ciencia evoluciona con el tiempo, y cómo las políticas en salud pública cambian según el contexto cultural y las dinámicas sociales.
A diario recibimos mensajes whatsapp en los que un supuesto experto internacional habla de los beneficios de nuevas y revolucionarias terapias o descubrimientos sorprendentes. Y al que siempre quieren acallar.
Las dietas ‘detox’ no son más que otras de tantas dietas milagro que proliferan en Internet. Los efectos beneficiosos que prometen carecen de todo fundamento científico.
Al contrario de lo que ocurre con la información falsa, la ciencia es un proceso lento y metódico que no siempre avanza a la velocidad que nos gustaría, favoreciendo la aparición de bulos.
La manipulación en la difusión de información o la utilización de datos y argumentos tendenciosos ha alcanzado grandes dimensiones durante la pandemia. Aquí le ofrecemos algunos consejos para discernir entre una noticia fiable y una falsa.
Como servicio al público, capaz de contribuir a la formación de audiencias críticas y bien informadas, el periodismo puede jugar un papel fundamental en el diálogo entre ciencia, política y sociedad para contrarrestar los efectos nocivos de la desinformación, las teorías de conspiración y los movimientos anticiencia y antivacunas.
Organizaciones internacionales detectaron a mediados de junio más de 6 000 noticias falsas desde el inicio de la pandemia. En España, los bulos pasaron de un 32,5 % un mes antes de la crisis a un 67,5 % un mes después. Muy pocos autores han sido identificados.
Consumir noticias con más cautela y contrastar la información en distintas fuentes son dos principios básicos para distinguir entre verdad y mentira, una condición básica de la comunicación en democracia.
Investigadores de la Universidad de Navarra y del Centro Nacional de Supercomputación publican hoy la investigación más exhaustiva hasta la fecha en torno a los bulos sobre la pandemia de coronavirus.
El problema de la desinformación y la proliferación de bulos en las redes es otro de los grandes asuntos de la pandemia. Los autores rechazan reducir el debate sobre la desinformación a la discusión sobre su persecución legal.
Medios de comunicación, periodistas, expertos y ciudadanos tienen la responsabilidad de verificar la fiabilidad y objetividad de la información que consultan y difunden.
Conspiraciones que se revelan por WhatsApp y noticias que no salen en los medios. Cuidado con creernos bulos solo porque casan con nuestras ideas preconcebidas.
Profesora Titular de Nutrición y Bromatología - Directora del proyecto BADALI, web de Nutrición. Instituto de Bioingeniería, Universidad Miguel Hernández