Desde la enseñanza hasta el mundo laboral, la aparición cada vez más omnipresente de la IA está generando una nueva demanda de habilidades poniendo en cuestión el marco actual de la competencia digital.
Frente a la tentación de usar la inteligencia artificial como atajo para no realizar algunas tareas escolares o universitarias, es importante enseñar a los estudiantes a detectar los errores que genera.
La educación superior debe ser más decidida en su lucha contra la desinformación y las noticias falsas con programas de alfabetización mediática que formen cuidadanos críticos.
Una de las tareas fundamentales de la universidad es fomentar que los estudiantes aspiren a la precisión en el uso del lenguaje. La precisión es precisamente la que nos conduce a la verdad.
Satisfacer nuestra curiosidad de manera demasiado rápida e irreflexibla nos hace vulnerables a la manipulación. Es necesario enseñar desde la infancia a distinguir y ser exigentes con las fuentes.
Interactuar con los estudiantes en redes sociales, bien gestionado, puede servir para promover la motivación y la iniciativa de los estudiantes y un diálogo muy productivo entre estos y el docente.
Incentivar el acceso a la cultura puede parecer más sencillo ahora que gran parte de la cultura es accesible gracias a internet. Pero la alfabetización cultural aporta una visión crítica imprescindible.
Los centros educativos avanzan en la digitalización tras el impulso de la pandemia, aunque aún faltan planes a medio plazo, especialistas y aplicaciones concretas en metodologías y evaluación.
Los docentes tienen un papel importante en el ámbito de las redes sociales. Para ello, tienen que empezar por entender ellos mismos los procesos informativos y la tecnología.
Muchos estudiantes creen que basta con introducir un término en el buscador y usar los primeros resultados: es necesario enseñarles a optimizar, afinar y seleccionar los resultados.
Los jóvenes han nacido en internet y crecen inmersos en él como medio casi exclusivo con el que conocer el mundo. Sin un acompañamiento adecuado, se enfrentan a una serie de riesgos sin precedentes.
Las protagonistas de ‘Ron da error’ y ‘No mires arriba’ ejemplifican los efectos de la viralidad y la desinformación en los jóvenes. Hay que protegerlos con autoestima, conocimiento y responsabilidad.
Quince millones de españoles carecen de la suficiente competencia digital para poder ejercer su ciudadanía. Un plan que aúna bibliotecas y universidades ofrece un aprendizaje amplio y crítico.
Estas seis pautas contribuirán a la mejora de la competencia digital de nuestros hijos e hijas. Aún están a tiempo de aprender a usar algunas herramientas que harán que puedan controlar la tecnología y no que la tecnología les controle a ellos durante el proceso de aprendizaje.
Digitalizar la docencia en la universidad no es algo que se pueda hacer de un día para otro. Requiere una serie de adaptaciones al nuevo entorno que implican a muchos actores y un cambio en metodologías de trabajo. Antes de emprender este cambio es necesario tener en cuenta estos 10 aspectos fundamentales.
La información está accesible de manera muy sencillla, pero lo importante es saber encontrarla y manejarla con criterio. La alfabetización informacional es una de las habilidades imprescindibles de los nuevos tiempos.
Doctora en Economía y Empresa. Profesora e investigadora del área de Economía Aplicada de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Ciudad Real, Universidad de Castilla-La Mancha