El impacto del trauma en la infancia puede perdurar a lo largo de toda nuestra vida. Cada vez más investigaciones evidencian cómo las experiencias infantiles adversas afectan significativamente a nuestra salud, tanto física como psicológica.
Para tratar el cáncer hay que usar fármacos que engañen a la anfitriona de la fiesta, la célula tumoral, sin dañar a los invitados, las células sanas. Las guanidinas son moléculas que podemos modificar fácilmente con ese objetivo.
Temidas por su letalidad, las toxinas de origen animal emergen hoy como una prometedora fuente de tratamientos contra enfermedades como el cáncer y los problemas cardiovasculares.
El uso de nanopartículas como vehículo para el transporte de fármacos hacia células cancerosas permite aumentar la eficacia de los tratamientos, así como disminuir los efectos indeseados.
Es un problema que sigue intrigando a las mentes más inquietas, y para el que, quizá, ni siquiera haya respuesta. Pero preguntarnos qué es la conciencia humana mantiene viva la llama de la exploración y el asombro.
El cáncer es capaz de evadir a los soldados del cuerpo, el sistema inmunológico. Pero un nuevo jugador aparece en escena: la inmunoterapia, que redirige a este ejército invisible para que se centren en eliminar a las células cancerosas.
El cáncer raramente se contagia, pero en bivalvos marinos se ha vuelto contagioso al menos siete veces. El estudio de las metástasis contagiosas ha cambiado nuestra comprensión del cáncer.
El ruido ambiental es el segundo factor de riesgo ambiental para la salud. Solamente en España, más de 10 millones de personas viven expuestas a niveles de ruido por encima de lo recomendado
El tratamiento de las patologías cerebrales resulta complejo por la presencia de la barrera hematoencefálica, una especie de frontera sofisticada que da acceso a la sangre al cerebro. La nanotecnología y los modelos “organ-on-chip” ofrecen nuevas oportunidades en este campo.
¿Puede envejecer el cuerpo más rápido que la mente? Sí para quienes sufren progeria, que no es otra cosa que un envejecimiento acelerado. Una proteína anómala es la responsable.
Miquel Sendra Ortola, Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC)
¿Por qué no podemos regenerar nuestro corazón como otros animales? ¿Ha sido la evolución cruel con nosotros? El estudio del desarrollo y la reparación del corazón será clave para reducir la mortalidad por infartos.
La historia de las cesáreas transcurre en tierras homéricas, en la Roma monárquica y en la marina británica. Ahora ha tomado un rumbo determinado (y peligroso) que todavía estamos a tiempo de cambiar.
El alcohol es un bandido, que roba las vidas de millones de personas diariamente; es esclavista, porque somete nuestra voluntad hasta no ser dueños de nosotros mismos; y es asesino, porque mata a tres millones de personas al año, sin contar las muertes indirectas.
Desde Granada se estudian los prometedores efectos de la tetrodotoxina, un veneno producido por el pez globo, para eliminar el dolor causado por el cáncer y los tratamientos que lo combaten.
Los artículos ‘¿Se puede oler la enfermedad de Parkinson?’, de la investigadora de la Universidad del País Vasco Maider Zubelzu Irazusta, y ‘Hacer visible lo invisible: la luz y la vida íntima de las células’, del investigador de la Universidad de Murcia Enrique Ortega Forte, son los ganadores de la III edición del Premio de Divulgación sobre Medicina y Salud Fundación Lilly-The Conversation 2023.
La capacidad de algunas moléculas para emitir luz permite a los científicos hacer que las células “brillen” y presenciar así procesos biológicos antes invisibles al ojo humano.
Entre las enfermedades que dejan un rastro de olor se encuentra el párkinson. La mujer de un afectado, dotada de un olfato excepcional, puso sobre la pista a la comunidad científica, que luego comprobó empíricamente su hallazgo.
Nuestras células se comportan como trabajadores agrupados en gremios: según cuál sea su función, utilizan una combinación de herramientas (genes) u otra. Esa caja de herramienta las identifican. Si pierden su identidad, podemos enfermar.
Investigadora predoctoral Severo Ochoa en Biomedicina. Grupo de Investigación en Plaquetas, Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA) y Universidad de Oviedo., Universidad de Oviedo
Investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada / Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento, Universidad de Granada
Profesora de Fisiología humana y doctoranda. Departamento de Ciencias Básicas de la Salud, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Rey Juan Carlos
Personal Investigador en Formación en el Departamento de Inmunología, Microbiología y Parasitología, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea