El estilo de vida de las madres puede condicionar en su descendencia un mayor riesgo de sufrir diferentes enfermedades en la edad adulta. Es lo que se conoce como “programación metabólica”.
Nos encaminamos hacia una sociedad cada vez más obesa y envejecida, pero aún queda mucho por descubrir sobre cómo interaccionan esos dos factores a nivel fisiológico.
Esto es lo que debemos hacer para prevenir y corregir esta alteración de la pared abdominal. El embarazo es el principal factor de riesgo, aunque también puede producirse por exceso de peso o un ejercicio inadecuado.
Originalmente indicado para personas con diabetes, este fármaco produce importantes pérdidas de peso provocando sensación de saciedad. En todo caso, siempre tiene que administrarse como complemento a la dieta y el ejercicio y con receta médica.
Ciertos compuestos químicos que forman parte de envases, cosméticos, detergentes o los propios alimentos pueden tener un papel en el aumento del sobrepeso o la obesidad de la población. Aquí explicamos cómo actúan y qué podemos hacer para evitarlos.
El simple hecho de mirar imágenes de comida nos abre el apetito y activa los resortes fisiológicos de la ingesta, pero, como sugieren recientes estudios, también podría quitarnos las ganas de comer.
El sobrepeso y la obesidad afectan a centenares de millones de personas en todo el mundo. Y la explicación no es tan simple como una falta generalizada de voluntad y autocontrol: hay raíces biológicas más profundas.
Existe cierto desconcierto sobre los verdaderos efectos de edulcorantes como el eritritol, la estevia o el aspartamo, y si realmente ayudan a perder peso o controlar la diabetes. Esto es lo que se sabe hasta el momento.
Cuando una persona decide que ha llegado el momento de perder peso, suele mostrarse ansiosa por ver resultados rápidos. Pero los expertos suelen recomendar adelgazar de manera más lenta. ¿Son ambas opciones igual de eficaces y seguras?
Al conjunto de alteraciones metabólicas que aumentaban el riesgo de enfermar del corazón, o incluso morir, se le denominó en su origen síndrome X. Combatir el estrés, mantenernos activos y la dieta mediterránea ayudan a evitar caer en sus redes.
Consumir alcohol solo aporta calorías vacías que repercuten en nuestro equilibrio calórico, incrementando la ingesta total de energía. Y suele asociarse a una dieta de peor calidad.
Este importante hallazgo no solo permite conocer mejor los mecanismos bioquímicos de la obesidad, sino que también abre la puerta a desarrollar tratamientos que favorezcan la expresión del gen identificado.
El ayuno del Ramadán es una de las formas más antiguas de ayuno intermitente. ¿Es bueno para la salud física? ¿Y para la salud mental? ¿Implica una nutrición deficitaria temporal?
El ejercicio le ayudará a perder peso y evitará que vuelva a engordar. Pero cuidado: no le ayudará a conseguir sus objetivos de pérdida de peso de forma aislada, es decir, sin acompañarlo de una dieta adecuada.
Incorporando ciertos ingredientes como quinoa y chía es efectivamente posible elaborar galletas ayuden a combatir la obesidad y las enfermedades vinculadas a ella.
La ansiedad, la depresión o el mero aburrimiento pueden despertar un tipo de hambre que no tiene que ver con nuestras necesidades fisiológicas y que demanda alimentos poco saludables. ¿Cómo podemos hacerle frente?
A pesar de las múltiples campañas puestas en marcha para combatir la obesidad, la concienciación de la sociedad es mínima. Y algo parecido pasa con las campañas que tratan de reducir el consumo de alcohol. ¿Por qué?
La gordofobia se alimenta de la creencia de que las personas con exceso de peso son perezosas y glotonas, y que no tienen fuerza de voluntad ni autodisciplina para mantenerse delgadas. Pero la obesidad es responsabilidad de la sociedad.
Ciertos rasgos de la personalidad nos pueden hacer engordar. Pero al analizar los factores que contribuyen a la obesidad también hay que tener en cuenta factores socioeconómicos.
La leptina, hormona responsable de la sensación de saciedad, también pone en marcha un mecanismo para transformar la grasa blanca en beis, más saludable. Hacer ejercicio y seguir una buena dieta favorecen esta metamorfosis.
Profesor en la Universidad del País Vasco. Investigador del grupo Nutrición y Obesidad del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CiberObn) y del Instituto de Investigación Sanitaria Bioaraba, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Profesora Titular de Nutrición y Bromatología - Directora del proyecto BADALI, web de Nutrición. Instituto de Bioingeniería, Universidad Miguel Hernández
Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular. Grupo de Nutrigenómica, Biomarcadores y Evaluación de riesgos (NuBE). UIB, CIBEROBN, IdISBa, Universitat de les Illes Balears
Catedrática de Nutrición. Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBERobn), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Investigadora predoctoral FPU. Grupo de Nutrigenómica, Biomarcadores y Evaluación de riesgos (NuBE). UIB, CIBEROBN, IdISBa, Universitat de les Illes Balears
Investigador predoctoral FPU. Grupo de Nutrigenómica, Biomarcadores y Evaluación de riesgos (NuBE). UIB, CIBEROBN, IdISBa, Universitat de les Illes Balears
Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular. Grupo de Nutrigenómica, Biomarcadores y Evaluación de riesgos (NuBE). UIB, CIBEROBN, IdISBa, Universitat de les Illes Balears