La ley española permite que se enseñe educación sexual pero no establece cuándo ni por parte de quién; en otros países europeos tampoco hay consenso sobre la mejor manera de hacerlo.
Cada vez más estudios apuntan a que tener el móvil a mano repercute no solo en la capacidad de atención de los estudiantes, sino en su ajuste emocional y conductual.
En un momento de decadencia de X (antes Twitter), la red social Threads nace como alternativa. Analizamos el algoritmo, los usuarios y sus limitaciones.
Más a menudo de lo que nos imaginamos, nos concentramos en la pantalla del móvil más que en quienes están a nuestro lado. En la familia, esto tiene consecuencias.
El acceso a internet durante la infancia tiene una doble cara: un uso irresponsable y excesivo limita la interacción con el mundo real y el desarrollo, pero aprender un uso correcto es imprescindible.
En educación no hay recetas mágicas, pero los estudios sobre el efecto de las pantallas indican que cuanto más tarde se empiecen a usar mejor. Una de las las principales razones tiene que ver con la salud mental.
Internet y las redes sociales han transformado el modo de relacionarse y existir en el mundo, especialmente de los jóvenes. Sin ser necesariamente malo, sí es importante ser conscientes de los riesgos.
El acceso a contenidos pornográficos que algoritmo puede hacer cada vez más extremos ha transformado las necesidades de educación sexual de los jóvenes.
Muchos docentes participan en la plataforma con bailes o canciones; les sirve para conectar con los alumnos, y además aprovechan para enseñar y divulgar facetas menos conocidas de su día a día.
El hecho de que directores de grandes empresas tecnológicas lleven a sus hijos a centros sin pantallas ha suscitado debate sobre si se deberían prohibir o no las tecnologías en las escuelas.
Los menores crean su identidad virtual en redes sociales imitando comportamientos hipersexualizados. Esto, especialmente en las chicas, tiene un doble efecto de empoderamiento y vulnerabilidad.
Las campañas de prevención sobre los peligros del consumo de alcohol tienen más probabilidades de influir en el comportamiento cuando implican a los jóvenes que cuando siguen siendo prescriptivas.
La captación, seducción y manipulación de menores en internet es un problema real que afecta en todo el mundo a un 12% de los adolescentes. Podemos enseñar a los menores a protegerse.
La presencia de los menores en las redes sociales necesita la guía de los progenitores, que han de conocerlas para poder acompañarles de manera efectiva.
Catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad en la Universidad de Valladolid y Director del Laboratorio LipsiMedia Ad-Lab, Universidad de Valladolid
Profesora Titular del Departamento de Didáctica y Organización Escolar. Miembro del Grupo de Investigación de Tecnología Educativa, Universidad de Murcia
Docente e Investigador. Prof. Titular Universidad (Nivel 1). Actualmente, Investigador Principal del Área de Bienestar Emocional en el Instituto de Transferencia e Investigación (ITEI) e Investigador Principal del Grupo Ciberpsicología (UNIR)., UNIR - Universidad Internacional de La Rioja
Profesor adjunto del departamento de Psicología Clínica y de la Salud y Metodología de Investigación, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Profesora del área de Psicología Básica. Especializado en la prevención de la violencia, comportamientos antisociales y delictivos, Universidade de Vigo