Han pasado casi dos meses desde que arrancó 2022 y nos cargamos de “buenos propósitos”. Que los hayamos alcanzado o no depende de muchas cosas, entre ellas la resistencia del cerebro a deshacerse de hábitos y la gestión de la espera.
El dualismo razón/sentimiento ha sido rebatido por la neurociencia. Estamos en una época del sentir falso, a la de la “sensología”, sin acrecentarlo con juicios y pensamientos.
De los tres tipos de memoria (sensorial, de trabajo y de largo plazo), las dos últimas son indispensables para aprender. Hay que enseñar a trabajarlas en clase para evitar la memorización sin sentido.
¿A quién no le han contado que solo usamos el 10% del cerebro, o ha oído que alguien tiene un estilo de aprendizaje “visual”? Los avances en neurociencia permiten abandonar estos mitos y enseñar mejor.
Todas las culturas tienen seres mágicos que nos alegran las fiestas navideñas con su presencia y con sus regalos. Creer en ellos hasta cumplir al menos los 8 años aumenta nuestra felicidad al llegar a la vida adulta.
A la hora de activar emociones en el consumidor, la Navidad ofrece el caldo de cultivo perfecto. Todos podemos fácilmente recordar numerosos anuncios navideños promocionando productos o con eslóganes vinculados a la alegría de volver a reunirnos con nuestros seres queridos.
¿Se imagina que su cerebro pudiese elegir el color de su vivienda en función de las emociones positivas que le provoque cada color? La ciencia está en camino de descubrir los mecanismos.
En la Universidad de Granada han diseñado un ‘cerebelo artificial’ para control predictivo de un robot. Simular el cerebro humano es uno de los mayores desafíos científicos en marcha.
Las expresiones verbales del odio tienen un potente reflejo en la cognición. El discurso del odio es un acto de habla que activa los sistemas emocionales del cerebro, busca acciones en el otro e instiga a que los demás actúen.
La Gioconda (Leonardo da Vinci 1503-1516).
Wikimedia Commons / Museo del Lovre
Nuevas terapias basadas en la regulación de estas células pueden suponer un salto de calidad en las terapias para enfermedades como el alzhéimer, la esclerosis múltiple y las adicciones.
Estudios recientes demuestran que asistir a clases de pie mejora la memoria de trabajo, el autocontrol y la resolución de problemas, además de combatir el sedentarismo.
¿Son realmente necesarias la vacaciones? ¿Por qué las necesitamos? Y, sobre todo, ¿cuáles son los beneficios que nos aporta pasar unos días ociosos? Esto dice la ciencia.
Tal vez no te sientas listo para volver a salir.
Grace Cary/Moment via Getty Images
¿Listo para festejar pospandemia, pero al mismo tiempo tímido? Aqui vera como el distanciamiento social afecta al cerebro y lo que las investigaciones sugieren sobre los efectos de resocialización.
Profesor e investigador de la Sección de Genética Biomédica, Evolutiva y del Desarrollo. Director de la Cátedra de Neuroeducación UB-EDU1st, Universitat de Barcelona
Investigador de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada / Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento, Universidad de Granada