Es imposible enseñar o aprender en un contexto de interrupciones continuadas. Los docentes españoles afirman que dedican casi un tercio del tiempo de clase a mantener el orden. ¿Es posible mejorar?
La docencia universitaria no se practica ni se enseña antes de ejercerla: exploramos los programas de formación que se podrían implantar y su impacto en los profesores empiezan.
Los jóvenes están cambiando su relación con la información y esto tiene consecuencias en su manera de aprender. Hemos investigado las trayectorias de aprendizaje de 50 universitarios.
El barómetro internacional más reciente muestra muchas similitudes entre estos tres países europeos. En España es necesario mejorar, principalmente, en desarrollo profesional y recursos materiales.
El ambiente académico universitario se está considerando cada vez más como un espacio que genera estrés por factores psicosociales y organizativos, especialmente entre el profesorado novel.
La timidez es un rasgo de la personalidad que no es pasajero y que condiciona la vida de una persona. Hay estrategias para ayudar a un niño tímido tanto en casa como en la escuela.
Una de las tareas fundamentales de la universidad es fomentar que los estudiantes aspiren a la precisión en el uso del lenguaje. La precisión es precisamente la que nos conduce a la verdad.
Como tutor de jóvenes de familias nobles y, especialmente, como profesor de universidad, la trayectoria profesional de Antonio de Nebrija siempre estuvo, de una forma u otra, vinculada a la formación.
Los perfiles psicológicos más comunicativos y organizados suelen ser mayoría entre los docentes que son recordados por los alumnos como buenos y eficaces. ¿Se pueden entrenar estos rasgos?
La creatividad es una herramienta clave para afrontar los desafíos de la realidad compleja y dinámica del siglo XXI. Para ayudar a los alumnos a potenciarla, los docentes también deben ser creativos.
Nada tiene que ver el maestro de hace cincuenta años con lo que supone la figura del docente hoy. Analizamos los principales retos a los que se enfrenta la profesión de cara al futuro.
Se han producido cambios sociales y científicos que obligan al profesorado a plantearse nuevas formas de enseñar. De una función de instrucción se ha ido pasando a una función de educación y agente social.
Ante una realidad cambiante con una velocidad nunca antes vivida, la universidad debe hacer frente a un proceso de transformación. Las nuevas demandas del mercado, los cambios constantes y las disrupciones tecnológicas harán que la industria del conocimiento experimente a corto plazo uno de los mayores procesos de transformación de la historia reciente.
La gran pregunta que nos hacemos ahora es cómo arrancará el próximo curso en la universidad. Mientras que el Ministerio de Universidades ha elaborado un documento tibio, los expertos apuestan por equipos directivos flexibles y facilitadores, un profesorado preparado y con recursos y estudiantes activos y autónomos.
Las metodologías híbridas, en las que se combina la enseñanza presencial con el aprendizaje en línea, han demostrado ser más eficaces que la enseñanza en aula tradicional y se encuentran en un momento de desarrollo fulgurante.
La escuela es una institución anacrónica que no se ha adaptado a los cambios. Sin embargo, empiezan a verse signos de transformación que solo funcionarán si están al servicio de pedagogías solventes.
Catedrático de Universidad. Área: Música. Investigación: Relaciones entre Música y Literatura. Centro de Investigación y Documentación Musical (Unidad Asociada al CSIC), Universidad de Castilla-La Mancha