A la mayoría de la gente le cuesta clasificar correctamente los alimentos según su grado de procesamiento. Por ejemplo, no todo el mundo sabe que el yogur natural no es un alimento ultraprocesado, pero sí lo es el de sabores.
Algunos Ayuntamientos en España ya hacen compras públicas verdes: incluyen criterios ecológicos en la adquisición de comida para colegios y residencias. Estas iniciativas locales demuestran que otro esquema de alimentación es posible.
El despilfarro de comida supone pérdidas económicas y conlleva un empleo de recursos y un impacto ambiental que podrían evitarse. Supone además un problema ético y social porque se relaciona con la inseguridad alimentaria.
La pandemia y la guerra de Ucrania han provocado problemas de desabastecimiento.
Steeve Raye / Shutterstock
La pandemia, la guerra de Ucrania y la subida de precios de la energía ponen en jaque el sistema alimentario actual. ¿Quiénes, cómo y cuándo deben actuar para cambiarlo?
Miguel Quemada, Universidad Politécnica de Madrid (UPM) and José Luis Gabriel Pérez, Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA - CSIC)
La fabricación de fertilizantes nitrogenados supone, aproximadamente, un 8,3 % de la energía consumida en el mundo.
Los nuevos desarrollos biotecnológicos deben ser abarcados con soluciones sustentables que sean capaces de optimizar las características de interés agronómico de los cultivos.
Problemas globales como la pandemia de covid-19, medidas administrativas como el Brexit o catástrofes naturales pueden desestabilizar los sistemas alimentarios.
Tras el último informe del IPCC, y con vistas a la próxima COP26, hemos preguntado a expertos en ámbitos como el transporte y los sistemas agroalimentarios qué debemos hacer para reducir la generación de gases de efecto invernadero.
Apostar por productos de proximidad y de agricultura y ganadería extensivas contribuye a fomentar el uso del monte y, por tanto, a evitar que se instaure una vegetación continua que favorece el fuego.
Los microbiomas podrían reducir el riesgo de contaminación en los productos que comemos, corroborar el origen y autenticidad de los alimentos, aportarles valor añadido o reducir los residuos que generan.
Ciertas bacterias permiten a las plantas absorber nutrientes esenciales del suelo y las defienden frente a organismos patógenos. ¿Por qué no usarlas como fertilizantes y pesticidas vivientes?
Las estrategias de prevención y reducción del despilfarro de comida deben involucrar a todos los eslabones de la cadena de producción y consumo, ya que todos tienen parte de responsabilidad.
No estamos ante una crisis climática, sino ante una crisis global derivada de la sobreexplotación de recursos en un planeta de dimensiones finitas.
Paisaje nivelado artificialmente con monocultivo intensivo de cítricos en el sureste español. Esta apariencia “verde” está sustentada por elevados insumos y una baja biodiversidad.
Carolina Boix Fayos
Carolina Boix Fayos, Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC)
La estrategia europea “De la granja a la mesa” pretende cambiar desde la producción al consumo de alimentos. ¿Cómo conseguiremos alimentarnos sin perjudicar al medio ambiente y con justicia social?
Gusanos Tenebrio molitor con pan.
Shutterstock / Holger Kirk
¿Sería capaz de comer gusanos o probar un verdoso bocadillo de fitoplancton? El desarrollo de nuevos productos será fundamental para combatir la sobrepoblación y la explotación de los recursos del planeta.
Un niño comiendo una tostada de grillos y gusanos.
Bryan Lessard
En todos los eslabones de la cadena alimentaria, desde los productores a los consumidores, se generan residuos alimentarios. La mala planificación en restaurantes o una compra excesiva son algunas de las causas.
Una tasa aplicada a ciertos alimentos, como la carne, permitiría fomentar la disminución de su consumo y compensar las emisiones y otros efectos ambientales negativos de su producción.
Se ha empezado a considerar el factor social en la mitigación del calentamiento global. Es muy difícil lograr los objetivos climáticos sin una transformación profunda de nuestros hábitos alimentarios.
La legislación europea ha introducido en los últimos años mejoras en las condiciones de vida de las aves, cerdos y vacas destinadas a la producción de alimentos. Pero aún queda camino por recorrer.
Profesor e investigador en el Centro de Estudios e Investigación para la Gestión de Riesgos Agrarios y Ambientales, Universidad Politécnica de Madrid (UPM)