Sufrida por una buena parte de la población, la periodontitis o inflamación crónica de las encías puede afectar a órganos muy diversos. Una adecuada higiene dental es fundamental para prevenirla.
Analizar con ayuda de las matemáticas las señales que emite un cerebro afectado por el alzhéimer permite adelantar el diagnóstico, mejorar los tratamientos y afinar en las evaluaciones cognitivas.
Sabemos que niveles de hierro bajos en sangre indican anemia, y que el colesterol alto alerta del riesgo de enfermedades vasculares. Pero, ¿se podría medir en un análisis de sangre el envejecimiento cerebral?
El cerebro produce gran cantidad de residuos, que se encarga de recoger el sistema glinfático. Y, como tantas otras estructuras, también se deteriora con el envejecimiento, contribuyendo a desencadenar el alzhéimer.
Los científicos llevan años concentrados en resolver el problema del alzhéimer combatiendo los cúmulos de proteína beta-amiloide. Pero ¿y si el alzhéimer fuera, en realidad, un trastorno del sistema inmunitario dentro del cerebro?
Comer o no comer, esa es la cuestión. La insulina y la leptina regulan cuánta comida ingerimos. Y la resistencia a estas hormonas puede llegar a generarnos obesidad, diabetes o incluso alzhéimer.
El 99,9 % de los ensayos clínicos fracasan a la hora de diseñar un tratamiento efectivo contra la forma más frecuente de demencia. ¿Qué tiene de especial esta enfermedad?
Gemma Prat Vigué, Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya
Los familiares de personas con alzhéimer necesitan más recursos para gestionar la sobrecarga física y mental. Mientras tanto, hay algunas acciones que pueden hacer para prevenir estos problemas.
Aunque a menudo existe la falsa creencia de que el alzhéimer es una enfermedad hereditaria con origen genético, se estima que solo es así en un porcentaje muy pequeño de casos.
Juan F. Gibaja, Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (CSIC - EEHAR); Antonio Pizzo, Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (CSIC - EEHAR); Elena María García Guerra, Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (CSIC - EEHAR); Esther Maria Barrondo Dominguez, Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (CSIC - EEHAR); Gianluca Mandatori, Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (CSIC - EEHAR); María Luisa Barahona Oviedo, Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (CSIC - EEHAR); Valeria Beolchini, Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (CSIC - EEHAR), and Vanessa Forte, University of Pisa
Todo el mundo tiene derecho a formar parte de la vida cultural de una comunidad, pero no siempre ocurre. La divulgación científica intenta salvar esas distancias.
A menudo hablamos de demencia para referirnos a la pérdida de memoria en personas mayores. Sin embargo, esta no es una consecuencia normal del envejecimiento, sino una patología asociada a él.
Cuando una persona desarrolla un cuadro neurodegenerativo que la hace dependiente surge la figura de la persona cuidadora principal. Suele ser una mujer de la familia quien hipoteca su desarrollo potencial y sus opciones de generar ingresos.
El lugar donde almacenamos los recuerdos de la música podría ser un área del cerebro que queda preservada en las personas con alzhéimer, lo que explicaría que recuerden canciones de la infancia.
A veces se nos olvida en qué día de la semana vivimos, perdemos las llaves del coche o nos olvidamos del nombre de esa vecina de toda la vida. Y creemos verle las orejas al lobo del alzhéimer. ¿Cómo distinguirlo del envejecimiento normal?
En el Día Mundial del Alzhéimer nos centramos en una de sus consecuencias: ciertas alteraciones de la función lingüística y, como consecuencia, de la capacidad de comunicarse. En este contexto, el papel de los logopedas resulta esencial.
El número de muertes a causa del alzhéimer ha aumentado casi en un 150 %. En el mismo tiempo, más de 200 fármacos candidatos han fracasado. ¿Qué está fallando?
El nuevo fármaco aprobado para el alzhéimer ha resultado esperanzador al mismo tiempo que polémico. Su precio y la escasez de datos son algunos de los problemas.
Investigador Distinguido Senior Beatriz Galindo. Investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), Universidad de Málaga
Catedrática Biología Celular. Investigadora Principal del Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), Universidad de Málaga
Catedrático del área de Biología Celular. Investigador asociado del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. Investigador en metabolismo, envejecimiento y sistemas inmunológicos y antioxidantes., Universidad Pablo de Olavide
Investigadora FPI. Investigadora del Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), Universidad de Málaga
Investigadora Postdoctoral del Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), Universidad de Málaga
Investigadora predoctoral del Centro de Investigación Biomédica en Red en Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), Universidad de Málaga
Profesora Contratada Doctor del Área de Histología de la Facultad de Medicina. Investigadora del Grupo CTS429 Biología e Histología Médicas, del CIBER en Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y del IBIMA, Universidad de Málaga
Profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud (Máster de Neuropsicología) - Investigador del Cognitive NeuroLab, UOC - Universitat Oberta de Catalunya
Grupo de Investigación en Terapia Ocupacional (InTeO). Profesora de Terapia Ocupacional. Directora Máster Terapia Ocupacional en Neurología, Universidad Miguel Hernández