En los útimos meses se han realizado importantes avances farmacólogicos frente a una de las mayores amenazas de la salud pública: las bacterias resistentes a los antibióticos.
Cuando al ganado vacuno y bovino se le administran antibióticos, ¿permanecen estos en los productos lácteos que comemos, como los quesos? Un equipo de científicos lo ha investigado.
El beneficio de los probióticos, los yogures o los alimentos fermentados para evitar los efectos indeseados de los antibióticos es muy variable en función del producto, la dosis y el individuo que los toma.
Bacterias cultivadas en una placa de Petri.
Fortgens Photography / Shutterstock
La idea imperante es que la evolución es una lucha de todos contra todos. Pero, en realidad, cada organismo es al mismo tiempo una comunidad de seres vivos donde prima la cooperación. La microbiota humana es un buen ejemplo de ello.
Eucalipto, tomillo, limón, manzanilla… Los aceites esenciales de estas y otras plantas han demostrado su eficacia a la hora de acabar con microorganismos patógenos. ¿Podrían ayudarnos también a luchar contra las bacterias resistentes a los antibióticos?
Además de provocar resistencias en las bacterias patógenas, el abuso de antibióticos también puede dañar a los microorganismos beneficiosos para nuestra salud. De hecho, se han vinculado algunas enfermedades graves con esta alteración de la microbiota.
Placas de petri con cultivos de bacterias resistentes a antibióticos aisladas de pacientes. En azul puede observarse a ‘Klebsiella pneumoniae’, y en rojo, a ‘Escherichia coli’.
Es vital conocer a fondo cómo evolucionan las bacterias para evitar que desarrollen resistencias a los antibióticos, un problema sanitario de primera magnitud.
El 18 de noviembre se celebra el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos. ¿Por qué es tan importante?
Micrografía electrónica de baja temperatura de un cúmulo de bacterias E. coli ampliado cien mil veces.
Wikimedia Commons / United States Department of Agriculture
Se prevé que la resistencia a antibióticos sea la responsable de diez millones de muertes anuales en todo el mundo en 2050. Pero ¿qué enfermedades son las que no se podrán curar?
La miel presenta unas características particulares y una variedad de sustancias que han sido sugeridas como elementos clave responsables de su potencial antimicrobiano.
Ilustración de bacterias multirresistentes, como la Acinetobacter baumannii.
Shutterstock / Kateryna Kon
Las bacterias resistentes a los antibióticos son responsables de 700 000 muertes al año en el mundo. Pero también culpables de aproximadamente el 15,5 % de los casos de infecciones adquiridas en el hospital. En el Día para el Uso Prudente de los Antibióticos, ¿cómo podemos plantarles cara?
Ilustración de la bacteria acinetobacter baumannii.
Shutterstock / supergalactic
La aparición de resistencias a antibióticos es un problema grave de salud pública. Nuestro estudio muestra que cualquier bacteria puede acabar encontrando un camino para resistir.
Cuando los antibióticos irrumpieron en escena muchos pensaron que era el fin de las infeciones bacterianas. Pero el uso despreocupado de estos medicamentos ha dado lugar a bacterias resistentes que podrían matar a 10 millones de personas en 2050.
Cada vez es más difícil encontrar nuevos antibióticos. Una alternativa pueden ser las terapias secuenciales, una vía de salida para evitar entrar en el mundo postantibióticos. Y solo estamos rascando la superficie.
Solemos relacionar los virus con enfermedades y otros aspectos negativos. Sin embargo, estos sirven de gran ayuda en muchas situaciones: desde el tratamiento del cáncer hasta la producción de vacunas.
Mata de jara negra o Cistus salviifolius.
Wikimedia Commons / H. Zell
Dos plantas mediterráneas, la jara y el granado, poseen moléculas con actividad antimicrobiana que pueden ayudar a resolver el problema de la resistencia a los antibióticos.
Al manipular los alimentos en la cocina es importante lavarnos frecuentemente las manos, mantener condiciones higiénicas y evitar el contacto de los alimentos con enfermos. Así evitaremos diseminar resistencias a antibióticos.
La azitromicina y la claritromicina, antibióticos que se encuentran bajo observación por la UE debido al riesgo que pueden suponer para los ecosistemas acuáticos, se adhieren a los microplásticos, que les llevan hasta donde no llegarían solos.
Profesora de Microbiología Médica e Investigadora, Facultad de Medicina y Enfermería. Representante de la Facultad en el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Profesora del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular e investigadora del Instituto Biofisika (CSIC, UPV/EHU), Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Catedrático de Microbiología Médica, Departamento de Inmunología, Microbiología y Parasitología, Facultad de Medicina y Enfermería, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea